Cara a cara: las dos últimas bestias de Novitec

¿Te suena de algo? Te sientas en un restaurante italiano, y pides pasta y vino. Lo mismo que has comido en casa tantas veces. Sin embargo, al hacerlo en este sitio, todo cobra otra dimensión. ¿Cómo lo harán los italianos? Su truco está en el amor por los condimentos. Y algo así les pasa con los coches. Hay bólidos de ensueño que son tan veloces como aparentan y, por tanto, difícilmente mejorables. Pero algunos preparadores son capaces de condimentarlos para que sepan aún mejor. Es el caso de Novitec. Enfrentamos a sus dos creaciones más espectaculares: Novitec Ferrari California T vs Lamborghini Huracán.

Novitec Ferrari California T

Cuando uno se acerca a este Ferrari, lo primero que se plantea es si realmente se puede embellecer aún más esta belleza. Y Novitec demuestra que sí. Aún más musculado, aún más cerca del asfalto. Eso sí: con un mando puedes variar la altura, para no dañar los bajos. Ya no es un GT, sino un GT1 o un superdeportivo. Las aletas delanteras y los laterales posteriores se han ensanchado, y se unen fluidamente con unos umbrales más bajos. 

Incorporan además entradas de aire, para que los Pirelli estén siempre refrigerados. También la zaga se ha modificado, y protagoniza la, posiblemente, perspectiva más bonita del California. La combinación de los pilotos redondos, la salida de aire y el cuádruple escape en el difusor de carbono es arrebatadora, se mire por donde se mire.

Las llantas pasan ahora de 20 a 21 pulgadas. La potencia sube ahora a 668 CV y el par pasa de 755 a 871 Nm. Novitec promete 3,2 segundos para pasar de 0 a 100 km/h, en lugar de los 3,6 de fábrica. 

Novitec Lamborghini Huracán

Al primer vistazo, las diferencias no son tan patentes como en el California. No sorprende, si tenemos en cuenta que el kit de carrocería Widebody aún está en fase de desarrollo. Por el momento, nuestro coche de pruebas está equipado con el paquete Carbono y lleva nuevas llantas. Precisamente, la visión de su morro abunda en eso: carbono, carbono y más carbono. Novitec lo reviste con este material, y añade un faldón inferior que entra el los laterales. También en las entradas de aire de las ventanillas traseras o en el enorme alerón trasero, el cual ya conocemos de la variante Superleggera.

El difusor, también de carbono, integra los cuatro escapes. Ojo: seguimos hablando de un prototipo. Llevan un nuevo sistema de mariposas que se controlan por botón, para que el sonido sea aún más estremecedor. Para su motor V10 atmosférico, por el momento, no hay previsto un incremento de potencia. La distancia al suelo del conjunto se ha reducido levemente para mejora el agarre y la aerodinámica.  

¡En marcha!

Los ponemos uno al lado del otro. Activamos sus respectivos launch-control. El patadón en la espalda es tal, que enseguida nos creemos los 3,2 segundos del California y los 3,1 del Lambo para pasar de 0 a 100 km/h. El V10 ruge a mi espalda y no deja de empujar cuando veo la aguja en la marca de los 200. La menor altura de la carrocería y las ruedas más anchas vuelven su manejo aún más fácil, con todavía más aplomo y agarre en curvas. Ahora, sus 628 CV son aún más exprimibles.

Me subo al California. Pondo el manettino en modo Racer. Arranco. El motor turbo empuja aún más que en el modelo de serie. Las ruedas pierden pronto algo de agarre, cambio con la leva y vuelven a recuperar grip. Y lo cierto es que se pega al asfalto, no solo en recta, también en curvas parece ir sobre raíles. Sin duda, no exagerábamos cuando decíamos que ha pasado de ser un GT a ser un deportivo radical: sin concesiones.