Probamos la berlina más rápida del mundo: Brabus CLS 850

La moda del ‘downsizing’ llega a sitios inesperados: 1.150 Nm me aplastan contra el respaldo de cuero, 850 CV me proyectan violentamente hacia el horizonte… Y todo con ocho cilindros. ¿El reinado de los V12 peligra tras 20 años de hegemonía en el prestigioso preparador? No del todo. Todavía no han renunciado a los 12 cilindros para sus creaciones, aunque lo cierto es que con ocho les basta para poner el vello de punta. Lo comprobamos en nuestras carnes con la última versión de Brabus del Mercedes CLS: el Brabus CLS 850: más de 350 km/h y 3,8 segundos de 0 a 100 km/h. ¿Precio? Bastante más de 200.000 euros.

Incluso el jefe de Técnicos de Brabus, tan acostumbrado a potencias disparatadas, no pudo evitar que se le escapara un leve “¡Madre mía!” después de la primera prueba del Brabus CLS 850. Eso debe significar algo. El ingeniero de la firma Jörn Gander nos explica el origen de la bestia, mientras escapamos del tráfico del centro de Frankfurt acompañados del gruñido gutural del V8: “Hace dos años empezamos ya a plantearlo. Presentamos cinco prototipos con piezas de nuevo cuño: árbol de transmisión, bielas y pistones". Y es que, a diferencia de sus modelos de 620 y 730 CV, Brabus apuntaba su cubicaje hacia los 6 litros. El resultado se llama 850 6.0, 5.912 cc para ser exactos.

Este aumento de cilindrada implica que el Brabus CLS 850 tiene un cigüeñal modificado, ocho nuevos pistones que aumentan la perforación a 99 milímetros. Las bielas especiales y las juntas de las cabezas de los cilindros en acero son otras de las modificaciones. “Además, hemos modificado totalmente el turbo de serie y la sección de compresión. En 2012 fabricamos el motor con el compresor más grande que hemos montado nunca”.

Sin duda, Brabus se pone al día y logra una alternativa al elitista V12 con una nueva cilindrada basada en ocho cilindros que logra más eficiencia ligada a más potencia. Sin embargo, en esta primera prueba, el Brabus CLS 850 no nos han dejado extraer todo lo que da de sí. De modo que desde aquí reclamamos: ¡Queremos hacerle un test a fondo cuanto antes!