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BMW X1 contra el nuevo Volkswagen Tiguan

Esencialmente, la misma batalla; a pesar del 'facelift' que acaba de sufrir el Tiguan, su combate con el X1 se centra en los mismos detalles: la practicidad y la comodidad del Volkswagen frente a la deportividad del BMW. ¿Quién ganará?

Motorizaciones comparadas:

El enfrentamiento está servido: Volkswagen Tiguan contra BMW X1. Para empezar voy a ser claro: frente a las declaraciones de Volkswagen en las que califica a este Tiguan como nuevo, la realidad es que tan sólo presenta un 'facelift'. La renovación es un simple lavado de cara, un buen trago a la botella en forma de sistema de ayuda a la conducción y tres nuevos motores, dos de gasolina 1.4 TSI con 122 y 160 CV, respectivamente, y uno diésel 2.0 TDI de 110 CV.

La pregunta que me planteo es la siguiente: ¿esta operación tan superficial es suficiente para que el Tiguan se ponga por delante del todopoderoso X1 de BMW (vídeo BMW X1)?

Bajo mi punto de vista, uno de los mayores aciertos tiene que ver con el apartado estético: su nuevo frontal borra la 'sonrisita' de buen rollo que tenía antes y le confiere un aspecto más serio, que le sienta mucho mejor. Tal y como ocurre con su hermano mayor, el Volkswagen Touareg, ahora parece más maduro. Para conseguir este efecto ha incorporado luces diurnas con tecnología LED. En cuanto al resto de elementos (las puertas, el techo, los pasos de rueda...), todo sigue más o menos igual, excepto los pilotos traseros, que brillan con la luz propia del Golf y le proporcionan más personalidad.

Dentro, esta línea continuista se mantiene. Un pequeño detalle en el que te podrás fijar para diferenciarlo del modelo anterior son las salidas de aire, que brillan en color gris metalizado. Este cambio tan ligero le da una gran oportunidad al BMW X1 para ponerse por delante. Cada botón, cada palanca, cada mando envía un mensaje bien claro: ¡soy un Serie 3! Esto no conlleva ninguna ventaja práctica, pero sí subjetiva, ya que le da un aspecto más 'premium' que en el caso del Volkswagen Tiguan.

En cambio, si llevo la batalla al campo de la habitabilidad, hay un enorme abismo entre los dos. Se nota enseguida que el X1 es más un familiar elevado que un SUV. El Tiguan es un coche más amplio tanto delante como detrás... incluso en el maletero. Aunque eso es una ventaja de la que ya gozaba antes.

En el apartado mecánico, el Volkswagen Tiguan de esta prueba montaba un 2.0 TDI de 140 CV asociado a la tracción integral 4Motion. Es la primera vez que una variante 4x4 incorpora tecnología BlueMotion, y eso se nota tanto en consumo como en emisiones. Además, esta mecánica resulta menos rumorosa que la del BMW X1. El 2,0 litros de 143 CV que monta el SUV de BMW resulta demasiado escandaloso. Si lo combinas con un chasis de tarado excesivamente rígido, notarás que el confort de rodadura se ve mermado en exceso. Y no me vale la excusa de que ofrezca un sobresaliente comportamiento dinámico. Con el Tiguan también se puede ir deprisa sin sufrir demasiado. El SUV de VW ahora monta el sistema 'Start/Stop' de serie con el que reduce el consumo de 6,3 a 6,0 l/100 km, aunque todavía está lejos de los 5,2 l/100 km del X1. Las emisiones también bajan, pero no lo suficiente darle caza, 157 g/km del VW frente a los 136 g/km del BMW.

En cuanto al precio del Tiguan, esta versión 2.0 TDI 4Motion BlueMotion cuesta 33.570 euros, un precio similar al del X1 xDrive 18d, que vale 32.750 euros.

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