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Prueba: BMW Alpina B3 S Biturbo (2017)

En esta prueba del BMW Alpina B3 S Biturbo (2017) comprobamos de primera mano que el Serie 3 puede ser aún más deportivo, refinado, potente... Y caro.

Aprovechando que el BMW Serie 3 ha recibido un facelift, Alpina ya ha sacado su versión B3 S Biturbo: más potente, más prestacional y más refinado por dentro. Nos ponemos al volante. Prueba: BMW Alpina B3 S Biturbo (2017)

La potencia del tres litros y seis cilindros sube de 410 a 440 CV, y el par máximo, de 600 a 660 Nm. Esto lo sitúan muy cerca del BMW M3 Competition. 

El B3 S añade, además, tracción integral y la posibilidad de una variante familiar. Pero mientras la división M concibe sus modelos para darlo todo en Nordscheife, Alpina busca sorprender en carretera. 

Tal vez por eso ópticamente, aparte de cuatro escapes, llantas de 20 pulgadas y sutiles añadidos a la carrocería, tiene un aspecto bastante elegante. Alpina siempre prefiere la elegancia a los fuegos artificiales. El interior tiene la calidad de materiales y el refinamiento al que nos acostumbra siempre Alpina.

VIDEO: ¡No te pierdas el Alpina B6!

BMW ALPINA B6 BITURBO Gran Coupé

Tiene un puesto de conducción con muchas posibilidades de regulación, por lo que encontrar una postura perfecta es relativamente sencilla. Llama la atención su velocímetro en rojo, con la cifra 330, que de solo verla te sube la adrenalina. 

La instrumentación es analógica prácticamente en su totalidad, y solo va apoyada por una pequeña pantalla. 

El motor original tenía un turbo, y Alpina le ha plantado un segundo para subir sus prestaciones. El motor sube con ganas hasta más allá de las 6.000 vueltas, y su empuje es tan brutal como homogéneo. 

Lo meto en circuito, y en modo Sport, me sorprende su respuesta tan neutral, tan solo sutiles subvirajes, muy anticipados, te permiten corregir siempre a tiempo y marcar la trayectoria ideal.

En condiciones normales, la fuerza se proyecta a las ruedas delanteras. Pero cuando pisas a fondo y llega el riesgo de deslizamiento, enseguida la reparte al eje posterior, y en este caso, posibilita incluso algunos drifts controlados.

El chasis desarrollado por Alpina tiene algo más de caída que el de serie. Esto lo mantiene estoico en su trayectoria, y logra un buen compromiso entre confort y deportividad. Y el cambio de ocho velocidades también se ha retocado, para insertar las marchas aún más rápido y apurando más las revoluciones. 

A veces se anticipa demasiado, eso sí, y puede suceder que se ponga a subir de marcha justo antes de una curva. Lo mejor, si vas a realizar una conducción muy deportiva, es usarlo en modo secuencial.

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