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¿Audi Q5 gasolina o diésel?

¿Audi Q5 gasolina o Audi Q5 diésel? Una comparativa que, a priori, es fácil: ambos Q5 tienen una cilindrada de dos litros, 180 y 170 CV respectivamente, llevan turbo y su equipamiento es prácticamente igual. ¿Merece la pena gastarse 1.800 euros más por el diésel? Vamos a verlo.

A la hora de elegir entre el Audi Q5 gasolina o diésel hay que tener en cuenta un aspecto: en los últimos años, los turbos se han ido implantado poco a poco también bajo el capó de los gasolinas, para que los grandes coches con motor pequeño cuenten con una buena ayuda extra, algo que ayuda a igualar esta comparativa. Ahora mismo, el Audi Q5 sigue teniendo una cilindrada de 2,0 litros, pero su diésel logra 350 Nm de par a 1.750 vueltas y el gasolina, 320 Nm a 1.500 revoluciones... Está claro que es una diferencia de la que no merece la pena hablar. Esa fuerza se nota al arrancar.

El Audi Q5 2.0 TFSI (Turbo Fuel Stratified Injection; Inyección directa de gasolina turbo) arranca sin trucos de embrague y empuja, a 1.500 revoluciones, con la fuerza que se espera de los motores turbodiésel modernos. El gasolina turbo del Q5 no le va a la zaga a la mecánica diésel. Lo demuestran las cifras a la hora de acelerar en quinta y sexta marcha: empate técnico.

A la hora de acelerar y de subir de marchas, el Audi Q5 gasolina le saca unos metros de ventaja a su rival, el Audi Q5 diésel... Está claro que los 10 CV de potencia extra y los 28 kilos menos hacen bastante a la hora de sacarle al diésel casi 5 segundos de ventaja a 160 km/h. No es una barbaridad, pero ahí están los datos.

Sus prestaciones no dejan mucho sitio para diferenciarlos, pero sí para buscarles las cosquillas al confort. No me refiero al chasis que, en el Audi Q5, es bastante firme sin que su tarado llegue a ser molesto (vídeo Audi Q5). Pagar 1.365 euros por la suspensión regulable en altura no merece la pena ni siquiera para los amantes del confort. Y es que el chasis del Q5 no se vuelve más suave cuando pones la amortiguación en modo confort. El motor es el que de verdad marca la diferencia en lo que a confort se refiere.

Y es que, hoy en día y a pesar de la inyección directa common rail y la insonorización, un diésel de cuatro cilindros sigue siendo una máquina más escandalosa que un gasolina. Al fin y al cabo, este último es capaz de arrancar con sigilo y suavidad incluso en condiciones climatológicas adversas y su motor gira siempre sin apenas vibraciones y con mucha elegancia. El Audi Q5 diésel, en cambio, hace bastante ruido al pisar el acelerador cuando hace mucho frío y transmite al interior las vibraciones. Incluso en el Audi Q5 2.0 TDI te terminas acostumbrando, pero cuando te vuelves a montar en el 2.0 TFSI, la suavidad del motor hace que el corazón y los oídos te den un vuelco de alegría.

¿Y cómo pinta la cosa en consumo de combustible en este duelo Audi Q5 gasolina o diésel? Pues la verdad es que los tiempos en los que un diésel ahorraba entre dos y tres litros cada 100 km se han acabado. Si miras el consumo oficial, el Audi Q5 diésel promete un ahorro de casi dos litros, pero durante nuestro ciclo de prueba la ventaja del diésel se reduce a sólo 1,4 litros/100 km: 7,4 frente a 8,8 litros/100 km. Sólo si le pisas con ganas al acelerador por autopista o te enfrentas cada día a un tráfico extremadamente denso, la diferencia de consumo sí llega a los dos litros. Si vas a fondo por una autopista vacía, el diésel consume 8,5 litros/100 km y el gasolina 11 litros.

Te propongo que hagas un cálculo de costes: además de los costes de combustible hay que añadir los de impuestos, seguros y mantenimiento. Como era de esperar, el Audi Q5 de gasolina está ligeramente por debajo del diésel en el nivel del seguro. Esto es lo normal, porque las versiones diésel suelen hacer más kilómetros y, por tanto, aumenta estadísticamente la posibilidad de sufrir un accidente. Pero la diferencia es bastante insignificante como para tenerlo en cuenta a la hora de tomar tu decisión de elegir una u otra motorización.

Eso sí, en lo que a precio de compra y costes de combustible se refiere, sí que hay diferencias más apreciables entre los Audi Q5 gasolina y diésel. El primero, bien equipado, sale por 1.790 euros menos que el diésel. Este último toma la delantera, en un principio, debido a que el coste del combustible es más bajo. Si tenemos en cuenta las cifras del consumo de prueba y unos 15.000 km/año, el diésel ahorra unos 355 euros al año. Es decir, necesitas algo más de cinco años para amortizar la diferencia de precio. Si recorres 10.000 km/año, entonces son siete años y medio, y si son 25.000 km/año, entonces el plazo se reduce a tres. Si se deja aparte el precio de compra, el Audi Q5 diésel ahorra desde el primer momento, ya que el resto de costes no son mucho más caros que los del gasolina.

El tema de la reventa del diésel es bastante peliagudo, ya que los últimos tiempos demuestran que la demanda de coches usados está cambiando. Pero todavía hay una gran mayoría que prefiere, como coche usado, un diésel, no sólo por su menor gasto, sino porque saben que estos motores funcionan a menores revoluciones y por eso suelen durar bastantes más años. Y eso el mercado lo sabe y lo premia, con una superior revalorización de este tipo de vehículos. Lo debes tener en cuenta también a la hora de elegir entre un Audi Q5 diésel o gasolina.

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