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Audi A4 TDI contra BMW 320d

Audi A4 TDI contra BMW 320d EfficientDynamics. ¿Te suena? Ahora los volvemos a enfrentar para saber si el tiempo ha cambiado el estatus en las dos berlinas premium medias más prestigiosas. ¿Cuál da el último golpe?

Motorizaciones comparadas:

Ya no eres un jovenzuelo. No quieres coches compactos, sino modelos que te sirvan para llevar a tu familia con la máxima comodidad. También con el debido prestigio de una berlina premium. Pues te doy a elegir entre estos dos pesos pesados: el Audi A4 y el BMW Serie 3. Ya probamos las versiones de gasolina (BMW 328i contra Audi A4 2.0 TFSI); ahora le toca el turno a las versiones más ahorradoras: el Audi A4 2.0 TDI y BMW 320d EfficientDynamics. Audi y BMW llevan toda la vida queriendo ganar esta batalla, así que la temperatura ha subido muchos grados desde que ambos modelos lucen sus nuevos trajes: el BMW Serie 3 es nuevo; el Audi A4 llega con una profunda actualización. Ambos lo dan todo en tecnología, sistemas de seguridad, dinámica, y cómo no, eficiencia. En esto último, el BMW 320d es un verdadero experto.

Antes de empezar con la comparativa, analizo los interiores. Empiezo por el del BMW 320d. En cuanto al espacio en ambas filas, el de la hélice ha crecido y mucho. Es más pequeño por fuera que el Audi, pero le mete un buen repaso metro en la mano. Por fin, los que medimos 1,85 ya no tenemos que hacernos un ovillo cuando viajamos detrás.

Al volante, en el BMW 320d EfficientDynamics vas más bajo, postura que gustará a los conductores más 'racing'… pero que, a decir verdad, es más incómoda a la hora de entrar y salir.

La calidad de materiales y el ajuste de las distintas partes son un capítulo que Audi domina perfectamente. Está por encima de un BMW Serie 3 más sobrio y gris. En tecnología, los dos brillan a un altísimo nivel y sus opciones recorren varias folios. ¿Diferencias? Mientras en el BMW tienes un freno de mano de los de antes (eléctrico en el Audi), en el Audi A4 TDI no puedes montar el Head Up Display del Serie 3.

En marcha, el BMW Serie 3 hace más ruido. Su motor de dos litros es más tosco y cuenta además con uno de los 'Start-Stop' peor afinados que he probado nunca. Nada comparado con el del Audi, con muchos mejores 'modales'.

Lo que pasa es que esa rudeza se te pasa rápidamente cuando hundes el pie derecho y notas cómo empuja el 320d. Tan lineal como lleno de fuerza, el motor del BMW es más rápido, aunque viene asociado a un cambio manual de seis relaciones con un escalonamiento más largo que el del Audi. Eso le permite lograr un consumo 'de risa'. A poco que te lo trabajes, lo que verás en el ordenador del BMW 320d EfficientDynamics será cuatro litros y pico, mientras que en el de los aros siempre estarás por encima de los cinco (la poca sed del BMW viene avalada por la tecnología EffcientDynamics: aerodinámica mejorada, suspensión rebajada, 
cambio, recuperación...).

En cuanto a comportamiento, puede que te sorprenda lo que te voy a decir, pero BMW ha optado por unas suspensiones más blandas que para nada me hacen recordar que voy al volante de un Serie 3. Es casi más confortable que el Audi, y solo unas presiones en los neumáticos más elevadas (exigencia de la eficiencia) lo hacen más seco. ¿Se han cambiado las tornas? Comparado con esta versión 320d ED, el A4 me parece más aplomado y gira con más agilidad entre curvas. 

¿Conclusión? Al final me quedo con el BMW, pero por muy poca distancia con respecto al Audi. Ambos saben como entusiasmar de una forma muy parecida.

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