Aston Martin DB10: probamos el coche de James Bond

Espectaculares drifts por plazas romanas, dejando el rastro de los neumáticos Pirelli y superando finalmente a un Jaguar C-X75. El Aston DB10 ha jugado un papel tan protagonista como el del propio agente secreto en la última película de James Bond, Spectre. Los ocho ejemplares producidos para la película han regresado a manos de Aston Martin pero, antes, nos hemos podido sentar en uno de ellos. 

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Está basado en el V8 Vantage S, del que hereda el motor de 4,7 litros y la caja de cambios manual de seis velocidades. La batalla, eso sí, es ahora 70 milímetros más larga, y las vías también son más anchas. La dirección  y el chasis también han sido modificados. El nuevo diseño logra ser futurista y a la vez se nutre de todo el clasicismo de la marca. Cuadra a la perfección con la personalidad del agente británico.

Dentro, me encuentro con un cockpit como de ciencia ficción, totalmente recubierto de cuero y Alcantara. Tras el pequeño volante se sitúa el cuentavueltas, con un diseño que imita un cronómetro. Incluso la guantera, estilo Pagani, parece un bolso de cuero de diseño. 

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A mi izquierda (no olvidemos que es un modelo británico) tengo la palanca del cambio, incluido el botón del asiento eyectable, muy útil para lanzar el coche por un barranco y huir de los malos. El uso masivo de fibra de carbono aligera el conjunto en 100 kilos. La batalla más larga ayuda a un comportamiento menos nervioso, mientras las vías más anchas aumentan el aplomo. 

Y es que este DB10 rueda con absoluta facilidad, gira preciso en las curvas y, aunque el asfalto estaba mojado, incluso en segunda mantenía un nivel de tracción envidiable. 

Los frenos cerámicos tienen una potencia y un tacto excepcionales, la dirección es rápida y comunicativa. El nuevo chasis balancea mucho menos que el del modelo en el que se basa, y logra una precisión por curva increíble, incluso entrando muy fuerte. El V8 nos deleita con su conocida armonía, sube de vueltas sin resuello y llega fácilmente a las 7.000 revoluciones. No me cabe duda: Daniel Craig tuvo que disfrutar de lo lindo rodando las escenas de Spectre al volante de este bólido. ¿Sabes por cuánto han vendido el Aston Martin DB10 de James Bond?

Conclusión

El Aston Martin DB10 no es solo el coche creado para la última película de James Bond, sino que representa un vistazo al futuro de Aston Martin. Es una pena que nunca vaya a ser producido en serie, aunque muchos de sus detalles los veremos en el futuro DB11.