Alfa Romeo 4C: la fórmula de la diversión

¡Se mira, pero no se toca! Ya sé que resulta difícil hacerlo. Sus suaves y rojas superficies invitan a acariciarlas, pero la carrocería atrae las manchas de los dedos como la miel a las abejas. “Esta pintura metalizada es nueva, pero todavía está en fase de pruebas”, explica Alessandro Maccolini, diseñador de exterior en el Centro Stile de Alfa Romeo. Bueno, lo cierto es que da igual: lo que me importa de verdad es 
lo que hierve bajo la lava.

Y es que Alfa Romeo promete muchas sensaciones al volante: motor central situado sobre el eje trasero, propulsión, batalla de 2,4 metros, voladizos extremadamente cortos, propulsor 1.8 de cuatro cilindros con 200 CV, transmisión de doble embrague con seis velocidades, suspensión multibrazo delante y 
McPherson detrás… Sin embargo, me reservo lo mejor para el final: el 4C pesa menos de 850 kilos. Eso quiere decir que la relación peso/potencia es de cuatro kilos por CV, lo que te puede dar una idea de las prestaciones que ofrece. Según Alfa, el 4C se pone a 100 km/h en menos de cinco segundos y a 
250 km/h todavía le sigue quedando fuelle. Un Porsche Cayman (uno de sus rivales directos) pesa 1.400 kilos, demasiados comparado con el italiano.

En la redacción ya nos relamemos de gusto pensando en el momento en que 
podamos enfrentarlos. Que el Alfa haya conseguido ser un peso pluma es algo que ha sido posible gracias una estricta dieta de adelgazamiento de alta tecnología. La mayor parte de las piezas de la carrocería son de fibra de carbono, mientras la estructura trasera está completamente 
fabricada de aluminio. “

La gente de ventas de Alfa estima que 45.000 euros será el precio de venta del 4C cuando llegue a finales de 2012 a los concesionarios. Si al final esto es así, el Alfa Romeo no solo supondrá una pequeña revolución, sino una enorme noticia. ¿Habrán tenido en cuenta en sus cálculos ese habitáculo tan chic del prototipo? Cuero, aluminio, fibra de carbono… Todo eso le da un estilo muy italiano. Los toques más exclusivos no faltan: por ejemplo, esa pieza entre los asientos delanteros que parece una máquina de Nespresso y que resulta ser un extintor.