Opel Insignia usado, un hueso duro de roer

El Opel Insignia presentado allá por el año 2008, mandó al retiro el sólido término Caravan y lo sustituyó por uno más artificial como Sports Tourer. Su concepto: las formas antes que la funcionalidad.

Un techo deportivo de línea descendente y una zaga estrecha son, por lo visto, más importantes que un maletero grande y fácil de cargar. En números: el Insignia Sports Tourer cubica, con los asientos traseros plegados, 320 litros menos que su antecesor, el Vectra C Caravan. La diferencia es muy grande y lo han hecho solo por razones estéticas.

Aparte del prestigio resquebrajado de Opel, esa puede ser una de las razones por las que las cifras de venta no cuadran. Mientras que el VW Passat vendió 54.568 vehículos en España durante el año pasado, Opel obtuvo 48.223 matriculaciones. Tres cuartas partes de los clientes del nuevo Opel apostaron por el diésel. Y con razones de peso, ya que el motor de gasolina 1.4 turbo (140 CV) tiene menos temperamento y el del 2.0 turbo de 250 CV eleva bastante el consumo.

Y todo ello sin contar con la versión OPC, de 325 CV. El diésel dos litros está disponible en tres niveles de potencia (130, 160 y 194 CV): el más capaz es, de nuevo, el más recomendable. El 2.0 CDTI biturbo con 194 CV va mucho más directo al grano y consume menos que la variante de 35 CV menos. En cualquier caso, la oferta de usados no es muy grande, con unos precios que arrancan en los 10.000 euros. El 2.0 CDTI con 160 CV está mucho más extendido y es más ahorrador y potente, pero menos fino.

Aparte del familiar, el Opel Insignia también está disponible como berlina con zaga escalonada y descendente. Pero el gran favorito de su clientela es el Sports Tourer. Sus ventajas son: el borde de carga es más bajo, la visibilidad hacia atrás es mejor y tienes mucho más espacio para las piernas y la cabeza. Así que ya sabes, el Sports Tourer, mejor que la berlina.

Al volante

Nuestro coche de prueba es un Opel Insignia Sports Tourer 2.0 CDTI con el equipamiento básico Selective. Su primer dueño se permitió algunos extras como la pintura metalizada, el climatizador automático, las llantas de aluminio de 17 pulgadas, los asientos calefactables y un navegador con DVD. Pero la combinación de opciones y 'packs' es una verdadera pesadilla. Su par motor de 300 Nm permite cambiar de marcha despreocupadamente. A partir de las 1.400 vueltas empuja con ganas y de manera homogénea.

No te va a gustar...

Opel 'el fiable': el Insignia, a la venta desde noviembre de 2008, responde bien a esta afirmación. En la prueba de AUTOBILD.ES, un Sports Tourer 2.0 CDTI obtiene de nota media un notable bajo. En tan solo una ocasión, el Opel no quiso arrancar pues las baterías se le habían descargado durante la noche.

El cierre eléctrico del portón también hizo de las suyas y hubo que sustituirlo. En la ITV, el Insignia obtuvo unos resultados bastante buenos. Solo hay un par de elementos en los que da más problemas de la cuenta: los discos y las pastillas de freno, así como la rótula de eje. En general es un coche bastante fiable y con una mecánica resistente y duradera, lo que no pueden decir muchos vehículos rivales.

Conclusión

En el Insignia se materializan los valores y tradiciones de Opel: es fiable y su precio merece la pena. Es una lástima que el maletero sea tan pequeño para un familiar, pero te compensa con una mecánica robusta en el que el motor diésel no suele dar fallos graves si ha contado con un mantenimiento adecuado. Las piezas de los recambios tienen un coste algo elevado para un coche de estas características, sobre todo en cuanto al alternador o a los discos de freno se refiere.