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Siete consejos para conducir en invierno con mal tiempo

¿Estáis tu coche y tú preparados para el invierno?
Winter is here...

Toca cambiar el tiempo verbal de una de las frases más comentadas del momento. Winter is coming, dijo por primera vez Ned Stark en Juego de Tronos y los cierto es que el invierno ha llegado a España (Winter is here).

Los termómetros marca temperaturas bajo cero; las noches traen mañana gélidas en las que quienes no tienen la suerte de haber guardado su coche en el garaje tienen que tirar de ingenio y rascador para dejar el parabrisas libre de hielo; y aunque lo venían avisando, los coches bloqueados durante horas en las carreteras dejan claro que una vez más a muchos el temporal de nieve les ha pillado por sorpresa.

No te pierdas nuestro Especial de invierno

Para que a ti no te pase toma papel y boli y anota estos siete consejos para conducir en invierno.

1. Prepara tu viaje

Lo primero es preparar tu coche para que pase el invierno sin resfriarse.

Esto se traduce en que has de realizar un correcta puesta a punto del coche. 
Además, asegúrate de que llevas contigo todos los objetos necesarios: junto a lo obligatorio (el chaleco, triángulos, un juego de luces de repuesto y una rueda de emergencia), conviene que lleves una linterna, la batería del teléfono móvil cargada por completo, agua, ropa de abrigo, guantes, una manta, un kit de primeros auxilios y el depósito lleno.

Quizá te suene exagerado pero como nunca se sabe lo que puede pasar, esto es lo que debes mirar:

  • Anticongelante: Es vital para la protección de circuito de refrigeración. Lo mejor es que utilices el que tenga el rango UNE más alto, y que lo cambies cada dos años o cada 40.000 kilómetros.
  • Neumáticos: Revisa el mantenimiento de los neumáticos, la presión y el dibujo de tus gomas (en invierno no debería ser inferior a 3 mm). Y si, a pesar de sus ventajas, no montas neumáticos de invierno, no te olvides de llevar unas cadenas en el maletero. Atención con los neumáticos gastados, evita sustos.
  • Batería: Comprueba que su nivel de carga es el adecuado antes de salir. Revisa los bornes; una vez limpios, y para evitar que se forme sulfato sobre ellos, úntalos con grasa especial.
  • Botiquín: Nunca se sabe en qué situación te puedes llegar a encontrar. Por ello, lleva un kit de primeros auxilios con gasas, alcohol, algodón, esparadrapo... Además de agua, una manta y el móvil siempre cargado.
  • Lleva las pinzas: Imprescindibles todo el año, pero con más motivo en invierno. Y es que el frío descarga las baterías; su temperatura óptima de funcionamiento es de 25º C.
  • Los limpiaparabrisas: Cámbialos si hacen ruido al funcionar o dejan surcos. No olvides rellenar el depósito del lavaparabrisas con detergente. Puedes añadirle un poco de anticongelante rebajado.
  • Accesorios de emergencia: ¿Valen las cadenas que tienes para tus neumáticos? ¿El extintor ha caducado?  ¿Recuerdas si la linterna lleva pilas? No te olvides de revisar el estado de los accesorios de emergencia.
  • Los aislamientos del coche: Existen productos que mejoran la estanqueidad de las gomas que aíslan las puertas y el maletero. Si el paso del tiempo ha hecho ya mella en ellas, cámbialas.
  • El aceite: Si es el momento de cambiar el aceite de tu coche, y vives en una zona fría, lo mejor es que optes por uno de viscosidad baja (5W-40). Así mejorarás la resistencia del motor.
  • Cables y bujías del coche: Al menos en invierno deberías revisar a fondo toda la mecánica de tu coche. Levanta el capó, y como si fueras Sherlock Holmes, busca posibles cables pelados y comprueba el estado de las bujías.
  • Amortiguadores: Si quieres dejar tu coche a punto, no puedes pasar por alto revisar sus amortiguadores. Para saber cuándo hay que cambiarlos, pon tu peso sobre el capó; si tarda en recobrar la posición, es el momento.
  • Calefacción: Imagina que la falla en mitad de la montaña... Revísala. Comprueba también el aire acondicionado, las lunetas térmicas, el alternador y la correa del circuito eléctrico.
Mantenimiento Toyota

2. Infórmate sobre el estado de la carretera

La  DGT ofrece información en tiempo real del estado de las carreteras. Antes de salir de casa comprueba si en tu camino hay vías cortadas o con riesgo de nevadas a través de su web (en este enlace tienes la información oficial sobre las carreteras afectadas por hielo y nieve).

Si la previsión meteorológica es muy mala, quizá sea mejor anular el viaje o realizarlo en otro momento. Si, a pesar de todo, te ves atrapado por la nieve, recuerda las recomendaciones de Protección Civil:

  •  Permanece dentro del coche.
  •  Mantén el motor del vehículo encendido y la calefacción puesta, y abre de vez en cuando las ventanillas para que se renueve el aire.
  •  No te quedes dormido.
  •  Comprueba que la salida del tubo de escape se mantiene libre para evitar que el humo penetre en el habitáculo.
  •  Sintoniza la radio, ya que estará informando de las predicciones meteorológicas, el estado de las carreteras y las indicaciones oficiales que  se estén dando.

3. Cómo conducir con mal tiempo

Una vez en carretera, y aunque suene a tópico, recuerda que lo importante es llegar. Reduce la velocidad y pon en práctica nuestros consejos para conducir en una superficie deslizante:

Échale también un vistazo a nuestros consejos en este vídeo sobre conducir durante un temporal.

Además, conviene que tengas en cuenta otros consejos que lanzan desde clubes de automovilistas como el Race o el Racc ante la conducción en invierno sobre superficies deslizantes:

  • Evita el cambio de carriles y los adelantamientos si no son imprescindibles.
  • Sigue el trazo de las roderas de otros vehículos para reconocer con mayor facilidad el recorrido de la carretera y las maniobras que han  realizado otros coches (como, por ejemplo, el trazado de una curva, o para detectar obstáculos en la carretera como piedras).
  • No frenes, ni des volantazos bruscos para controlar el coche, ya que es lo que puede volverlo indomable. Lo mejor es conducir de forma  suave y anticiparte para tener tiempo de reacción.
  • Si la carretera está helada, aumenta la distancia de seguridad.
  • En carreteras heladas o cuesta abajo reduce a una marcha menor antes de lo habitual; así podrás reducir de velocidad sin brusquedades.

4. Recuerda que tan importante es ver cómo ser visto

Uno de los mayores problemas de esta época del año es la visibilidad. En invierno hay menos horas de luz, a lo que se suman fenómenos como la lluvia, la niebla... Por ello, conviene que tengas en cuenta estas pautas:

  • Antes de arrancar, limpia tu coche de posibles restos nieve, hielo o barro pegados en techo, cristales... Además, límpialo en el túnel de lavado regularmente.
  • Limpia los faros; la suciedad no deja pasar la luz. Y no te olvides de los traseros o de los mosquitos y otros insectos. Toma nota de este truco para pulir los faros de tu coche con pasta de dientes.
  • Cambia las lámparas de los faros. Aunque se funda sólo una, sustituye las dos. Ten en cuenta que trabajan de forma simétrica.
  • Deshiela el parabrisas antes de arrancar. Si es necesario, acciona la luneta térmica.
  • Evita la humedad: si se mete agua en el coche, los cristales se empañan rápidamente.
  • Recuerda que con lluvia intensa o nevada, es obligatorio el uso de las luces antiniebla.

6. Conducir sobre firme deslizante, con viento y/o hielo

Si el coche se 'va de morro' debes:

  • Prevenir: entra en la curva a una velocidad moderada y suelta gas para no deslizar
  • No girar demasiado el volante  para que las ruedas no soporten demasiada fuerza centrífuga
  • Corregir: si notas que el coche se va ‘de atrás’, mantén la calma: actúa con rapidez, pero sin brusquedad.
  • 'Contravolantear’: gira el volante hacia el lado contrario hasta que notes que el coche se coloca bien
  • Esperar: no te preocupes si el coche se cruza un poco, si así evita un ‘latigazo’ hacia el lado contrario
  • No acelerar ni frenar. Lo que sí debes hacer es pisar el embrague a fondo para descargar peso de delante
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Así se ha puesto a punto el nuevo Jaguar E-Pace

En caso de que patine la parte trasera para controlarlo debes:

  • Prevenir: el tren delantero no obedece a la dirección. Para prevenir, modera la velocidad.
  • Lo mejor es tomar la curva lentamente y lo más abierto posible: las ruedas tardarán más en patina.
  • No corrijas: si, a pesar de todo,  el coche ‘se va de morro’, no forcejees: empeorarías la situación.
  • Si sueltas el volante  o cierras más el giro, te saldrás de la vía. La consigna es mantener la posición.
  • Espera: según vaya yendo más lento, las ruedas recuperarán el agarre al asfalto.
  • No pises ningún pedal. Cuando todo haya terminado, puedes pisar el acelerador poco a poco.

Sobre hielo, lo principal es evitar las reacciones bruscas y usar marchas largas. Cuesta arriba y en llano, usa una marcha más larga de lo habitual y deja distancia con el coche que te precede. Además, evita adelantamientos. Cuesta abajo, retén el coche con marchas cortas, usa el embrague suavemente y pisa el freno lo menos posible.

Cuando conduces con ráfagas fuertes de viento hay que aminorar la velocidad y mantener un régimen alto de revoluciones en el motor para mantener la trayectoria. También es importante sujetar con fuerza el volante y realizar movimientos suaves. Circula por el centro del carril, y extrema la precaución al adelantar (especialmente si es un vehículo grande, como un camión) y al salir de túneles.

7. Usa cadenas o, mejor, neumáticos de invierno

Este fin de semana, con miles de coches atrapados en la AP6 lo hemos oído hasta la saciedad: no salgas de casa sin cadenas de nieve.

Es cierto que las cadenas (aquí hacemos un repaso a los tipos de cadenas de nieve que hay en el mercado) pueden ser tu salvación en los tramos de carreteras en los que se restringe la circulación, pero no son la única solución. 

¿Has oído hablar de los neumáticos de invierno?

Los neumáticos de invierno son los más adecuados no solo cuando nieva, sino desde el momento en que el mercurio baja de siete grados. Con menos de esta temperatura el caucho de los neumáticos convencionales pierde adherencia y puede suceder que aunque las gomas estén en perfecto estado no sean capaces de adherirse a la calzada especialmente cuando hay hielo, agua o nieve.

En España, los neumáticos de invierno son poco conocidos (en otros países su uso es obligatorio en invierno), de ahí que las advertencias de la DGT ignoren su existencia y solo hablen de circulación prohibida a vehículos sin cadenas. ¡ERROR! Por las carreteras cubiertas de nieve también está permitido circular con neumáticos de invierno y sin cadenas.

Para saber si unos neumáticos invernales son aptos para la circulación sin cadenas mira el flanco: debe llevar el símbolo M+S (Mud and Snow) y una montaña de tres picos dibujada.

Eso sí, los neumáticos de invierno son los mejores por debajo de los siete grados pero pierden eficacia a temperaturas superiores, por eso cuando pasa el frío debes cambiarlos por unos neumáticos de verano o unos neumáticos multiestación.

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