Cómo llevar tu moto en furgoneta y ahorrar... en ocho pasos
El buen tiempo toca a su fin y puede que necesites transportar tu motocicleta o ciclomotor desde tu lugar de vacaciones hasta tu casa, o aprovechar para ponerla a punto de cara al otoño en un taller. ¿Sabes cómo llevar tu moto en furgoneta y ahorrar en ocho pasos? Aquí te damos unas claves útiles. No te pierdas el siguente vídeo:
1 ¿Por qué una furgoneta?
Sencillamente, hay que tener en cuenta que este es el medio de trasporte en el que mejor recorrerá tu moto largas distancias y a ti te será más cómodo de llevar de un sitio a otro. El remolque está bien, pero en un habitáculo cerrado te asegurarás de que nadie te robe piezas por el camino y de que tu máquina esté protegida de las inclemencias del tiempo -el sol y el calor, la lluvia que empieza a ser frecuente en esta época-, la resistencia aerodinámica, los baches... y los posibles problemas con los anclajes (las consecuencias de que uno ceda serán mucho peores).
2 ¿Qué tipo conviene más?
Propia, ajena o alquilada, debes elegir una furgoneta en la que quepa tu moto (aunque tengas que desmontar los asientos) de forma longitudinal (para que no se vuelque al frenar) y permita anclar los arneses a su chasis. Es mejor que no lleve cristales, para que al subir la motocicleta y al bajarla (o si se mueve, durante el trayecto) el manillar o algún accesorio no golpee contra ellos y los rompa.
Si los lleva, mejor que sean tintados para evitar tentaciones en caso de detenerte varias veces en atascos o durante más tiempo en una estación de servicio o en un área de descanso.
Asimismo, es recomendable que cuente, al menos, con una puerta lateral: te permitirá acceder mejor al habitáculo y amarrar la moto con más comodidad.
Recuerda que con el carné B de coche se pueden conducir vehículos de hasta nueve plazas incluido el conductor y un peso máximo autorizado de 3.500 kg.
3 Separación y señalización de la carga
Asegúrate de que el vehículo está homologado para el uso que vas a hacer de él y que el peso máximo que vas a transportar (si llevas más de una moto u otra carga adicional) no excede el máximo que se indica en la documentación de la furgoneta. La carga debe ir bien separada de los pasajeros mediante un elemento físico y homologado.
La ley dice que la carga indivisible en un turismo puede sobresalir de un turismo un 15% y la divisible, un 10%. En ese caso, debe ir señalizada con un panel reglamentario -a rayas diagonales rojas y blancas- y con una luz roja entre la puesta y la salida del sol, en túneles... y cuando la vía está insuficientemente iluminada por cualquier circunstancia. Evidentemente, dadas las características de una moto y su peso, no te plantees siquiera que sobresalga por detrás.
4 Protege tu moto
Antes de introducirla en el espacio de carga, protege las partes más delicadas (puños, manetas, carenado, retrovisores...) y los laterales de la furgoneta. Actúa sobre el cortacorrientes y nunca dejes las llaves puestas.
5 Fluidos
Si el recorrido es largo y el camino sinuoso, procura transportar tu moto sin gasolina u otros líquidos que puedan derramarse por el camino.
6 Rampa
Hazte con un tablón apropiado para que no tengas que cargar y descargar tu vehículo a pulso: esto puede tener consecuencias graves para tu espalda y para la integridad de tu moto.
Elige uno de una longitud generosa para que la pendiente no sea muy pronunciada y no dañes la parte inferior. Procura pedir ayuda para esta operación, con el fin de que el tablón no se mueva ni la moto se caiga,
7 Inmovilización
Pon el caballete (si lo tienes) mejor que la pata de cabra. Ancla un extremo de las cinchas a elementos de la moto que sean resistentes y los otros, al chasis de la furgoneta, en los lugares indicados para ello. Si cuentas con marchas, deja la primera puesta para que la rueda trasera quede bloqueada.
8 Conducción suave
Cuando llevas tu moto en una furgoneta, llegados a este punto, ya solo queda elegir recorridos sin demasiadas curvas y bien asfaltados, evitar zonas baches y asfalto en mal estado, extremar las precauciones con los badenes, no dar volantazos, acelerones ni frenazos y revistar de cuando en cuando el estado de la carga, por si tu moto se hubiera ido desplazando o estuviera a punto de caerse por un fallo en alguno de los puntos de anclaje.
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