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BMW X1 de ocasión: problemas con la cadena de distribución

BMW X1 de ocasión: problemas con la cadena de distribución
El 'crossover' pequeño de BMW ya hace carrera en el mercado de segunda mano. Pero la dichosa cadena de la distribución nos pone los pelos de punta

Ya tiene cinco años, pero desde luego este BMW X1 no los aparenta. El compacto bávaro, denominado por la marca SAV (Sports Activity Vehicle), se sigue viendo fresco, joven y moderno. Y sigue gustando su postura al volante, deportiva y a la vez elevada como corresponde a un SUV. 

Un coche atractivo a todas luces, si omitimos su tarado de suspensiones tirando a firme algo que, por otro lado, no disgusta a los apasionados de la marca, que valoran sobre todo su comportamiento dinámico. Si lo combinamos con su precisa dirección y su buena visibilidad, podríamos decir que estamos ante un kart con los asientos elevados... 

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Y es que ningún otro SUV de su segmento toma las curvas con tanta facilidad y aplomo ni es capaz de rodar rápido por autovía con esa seguridad. Y para viajes largos, lo ideal es el motor diésel, tan potente como ahorrador. Me refiero al dos litros de cuatro cilindros que todos hemos visto desde el Serie 1 hasta el Serie 5. Con un abanico de potencias de 116 a 218 CV, es el motor de BMW más vendido.

Su sonido algo tosco se ve compensado con una entrega de potencia vigorosa y un consumo austero. Pero la correa de distribución es su talón de Aquiles: cede con el tiempo y se rompe o bien se sale de su sitio. El desastre empieza con un ruido como de matraca. Eso sí: BMW conoce esto desde hace tiempo y entre bambalinas ha ido atendiendo los diferentes casos. En cualquier caso, el BMW X1 es un tipo atractivo y robusto, aunque eso no le libra de tener algún que otro fallo potencial (echa un vistazo más abajo). Pero lo que es indiscutible es que pasó nuestro test de los 100.000 kilómetros con la mejor nota.  Y, si lo consideramos así, podría ser un fallo estético el que los plásticos del interior tengan un aspecto tan espartano. Ahí sí que se le notan un poco los años. 

La calidad es buena, pero si algo se rompe sale caro

Un BMW X1 es un coche sólido, pero eso no lo vuelve inmune a las averías, y las reparaciones no son precisamente baratas, como corresponde a una marca de las denominadas 'premium'. Eso es algo que debe saber el comprador de segunda mano, aunque los casos catastróficos no son nada habituales. La cadena de distribución del motor N47 diésel es el elemento más delicado. Otros problemas menos graves, pero que hay que tener en cuenta, son los inyectores que pueden perder estanqueidad y el desgaste del embrague. Mirar con lupa el libro de revisiones y, sobre todo, el estado del coche antes de adquirirlo es importante.

Conclusión

Los problemas con la cadena de distribución salen realmente caros. Y en un producto ‘premium’ como este no deberían ocurrir jamás. La propia BMW ha reconocido el problema y ha actuado de forma aceptable en  la gran mayoría de casos, aunque hay algunas excepciones que llaman la atención. El resto del X1 muestra una calidad duradera que es recompensada con su escasa depreciación. El único consejo: vigila este elemento y serás feliz con un X1.

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