Buena reacción de los Multiseason con lluvia

Cien. Esa es la cantidad de días que lleva sin llover en la ciudad condal, o bueno, llevaba, porque cuando esta mañana ha amanecido con las primeras gotas y ese característico olor a lluvia un servidor estaba deseando salir a conducir para comprobar qué tal era el comportamiento de los Firestone Multiseason sobre mojado.

Y allí estaba yo, cual caracol tras la tempestad y aprovechando el frío y la humedad del asfalto para testar el comportamiento sobre agua de los neumáticos. Fue entonces cuando avisté una balsa de agua sobre el asfalto de tamaño considerable y concentré mis sentidos en las sensaciones al volante. Esperando ese pequeñísimo momento de descontrol que da el agua acumulada cuando pasas sobre ella con una velocidad ligeramente excesiva… resulta que ¡¡no me encontré con nada!!

Lo que sí noté es la típica sensación cuando pasas sobre un charco con agua, la rigidez en el volante y el empuje del motor cuando el agua efectúa una fuerza contra ti, pero nada de aquaplaning, como si el vehículo hubiese entrado con mas aplomo y peso en esa balsa.
Esto se debe al dibujo de su banda de rodadura, sus particulares surcos y la capacidad de desviar el agua que pisamos hacia el exterior para evitar este efecto.

Pero claro, el peor error que se puede cometer es la imprudencia: esto no significa que nos asegure una conducción sin problemas y quiero recalcar que este ejercicio lo hice consciente de los riesgos que podía conllevar. La mejor forma de conducir sobre mojado es ser precavido y reducir la velocidad, aunque el límite máximo de la vía sea superior. Tened en cuenta que unos neumáticos con buenas características sobre lluvia y condiciones adversas nos darán un plus de seguridad, pero no van a convertirnos en inmortales.

Pronto, más sensaciones en una nueva entrada de mi blog.