Volkswagen Jetta: reinvención

Ahora se parece más al Passat que al Golf y no es casualidad, porque los responsables de la marca han pretendido aportarle un toque de distinción, cierto cariz premium. Además, la trasera recuerda bastante al Audi A4. ¿Problema o ventaja? Es cierto que al bueno de Walter de´Silva (diseñador jefe del Grupo Volkswagen) se le puede recriminar que hace todos los coches iguales, pero la verdad es que esas semejanzas no hacen sino beneficiar al nuevo Jetta.

En cuanto a las dimensiones, hay que destacar que es nueve centímetros más largo, de los cuales 7,3 se ganan en la batalla y el resto en el voladizo posterior, así que la mejora en la habitabilidad interior es notable y la ganancia en capacidad de carga, también, ya que alcanza un volumen de maletero de nada menos que 510 litros.

Como novedad, para las versiones BlueMotion se introduce el sistema Start-Stop y el de recuperación de energía en las fases de deceleración y frenado del vehículo. Por el momento, el recién estrenado Volkswagen Jetta se ofrece con dos propulsores TDI de 105 y 140 CV, así como con un 1.2 TSI de 105 CV, aunque a mediados de año se incorporarán tres nuevas mecánicas de gasolina con 122, 160 y 200 CV.

He podido probar las variantes más pequeñas de la gama y prefiero el gasolina, ya que el diésel de 1,6 litros, pese a su buen consumo, se queda demasiado corto cuando quieres adelantar y le cuesta empujar desde abajo. No obstante, si tuviera que elegir, aunque es algo más caro, me decantaría por el 2.0 TDI de 140 CV, un motor ya conocido de otros modelos de la marca y que resulta verdaderamente compensado por prestaciones y consumo.

Dinámicamente va bastante bien. Su paso por curva es estable y te aporta gran sensación de seguridad. Aunque no esperes el comportamiento del Golf, ya que el Jetta es más grande y no tan ágil.

El precio de partida (promoción de lanzamiento incluida) es de 20.500 euros, que es lo que costará el Volkswagen Jetta 1.6 TDI de 105 CV: consume sólo 4,2 litros y emite 109 gramos de CO2/km.