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Por qué nadie quiere el Porsche 911 Turbo de Steve McQueen

Por qué nadie quiere el Porsche 911 Turbo de Steve McQueen
El actor está considerado como 'el Rey Midas' de las subastas, pero su buena racha se ha roto y nadie ha querido comprar el Porsche 911 Turbo que Steve McQueen comprara para regalar a una de sus amantes después del rodaje de 'Le Mans'.

Ha salido a subasta el Porsche 911 Turbo de Steve McQuenn y, sorprendentemente, nadie lo ha querido.

Hasta ahora, las casas de subastas se peleaban por conseguir alguna pieza que hubiera conducido el actor. No era para menos, con la venta del Porsche Turbo que compró en 1970 se consiguió un cheque por valor 1.790.000 euros y con el Porsche 911 S que conducía en la mítica película 'Le Mans', el martillo cayó con una puja de 1.235.000 euros. Aunque, sin duda, el 'top' ha sido para el Ferrari de Steve McQueen que se vendió por 7,5 millones de euros y el Ford GT que alcanzó un valor en puja de casi nueve millones de euros.

Pero la racha se ha roto y al que muchos llaman 'el Rey Midas' de las subastas se le ha perdido el don. En su defensa diremos que el Porshe 911 Turbo que nadie ha querido comprar no pertenecía a su colección personal. Steve McQueen compró este coche una vez finalizado el rodaje de 'Le Mans', pero no se lo quedó si no que se lo regaló a Elga Andersen, una de sus amantes. La mujer lo conservó impecable hasta su muerte en 1994.

Tras el fallecimiento de su propietario, el Porsche 911 Turbo de color marrón que McQueen compró en 1971 fue a parar a manos de un amigo que lo vendió a la casa de susbastas Christie´s.

En el momento de la puja el coche se encontraba en un perfecto estado, como atestiguaban sus escasos 46.086 kilómetros, lo que no está nada mal para sus casi 45 años de vida. Su precio estimado rondaba entre los 260.000 y los 364.000 euros, pero, por sorprendente que resulte no atrajo a ningún interesado. 

Quizá los compradores se han saturado de tanta venta de coches de Steve McQueen. Sólo unos meses antes había salido a la venta el último 911 Turbo que compró el actor en 1976.

El modelo lleva elementos de personalización que eligió el actor (incluido un interruptor que apagase las luces traseras en el caso de que la Policía lo pillase en mitad de una carrera en Mulholland Drive…).

Así lo anunciaba la casa de susbastas Mecum Auctions:

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