Si conduces un BMW X5 M, mejor no mires esto
Dicen que la envidia es uno de los siete pecados capitales más autodestructivos que existen, porque puede hacer desaparecer la pasión ciega que sentías por tu coche en cuestión de segundos. Por eso, si conduces un BMW X5 M, será mejor que no mires lo que viene a continuación...
El que ves en la galería de fotos es el BMW X5 M tras pasar por las manos de Manhart Performance. El preparador ha trabajado duro con su mecánica (el motor V8 biturbo de 4.4 litros y 575 CV) para aumentar su potencia hasta los 700 CV.
Lo ha conseguido con una serie de ajustes en el sotware del motor y la instalación de un nuevo sistema de escape personalizado con puntas dobles de 100 mm y silenciadores de acero inoxidable con control de la válvula.
El BMW X5 M de Manhart prescinde del limitador electrónico de velocidad que, en el modelo de serie, le impide pasar de 249 km/h para que pueda acelerar hasta 315 km/h.
El kit de mejoras cuesta 7.500 euros (a lo que luego hay que añadir el precio del montaje). Si te parece demasiado caro puedes optar por un paquete más contenido que eleva la potencia a 640 CV.
Pero claro, como la envidia no se conforma con poco. Si aumentas la potencia de tu BMW X5 M, también querrás que luzca tan bonito como el de la galería de fotos. Eso supone añadir la pintura gris mate (3.500 euros), las llantas de 22 pulgadas con neumáticos Vredestein Ultrac Vorti (4.284 euros), los muelles deportivos H&R (1.188 euros). En el interior, Manhart ofrece la opción de cambiar la zona central de la consola por una pantalla multifunción de la marca Awron (799 euros).
Descubre más sobre Noelia López, autor/a de este artículo.
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