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Renault Alpine A110-50: vuelve un mito

Jorge Arenas

El legendario Alpine tiene sucesor. Se llama Renault Alpine A110-50 y rescata parte de los elementos de diseño que lo hicieron famoso. Sus señas de identidad son su chasis tubular y su motor V6 de 400 CV con cambio semiautomático de seis velocidades y autoblocante. Una nueva demostración de que los del rombo saben hacer, mejor que nadie, compactos circuiteros.

En el 50 aniversario del mítico Alpine, la marca gala acaba de presentar un concept bautizado como Renault Alpine A110-50. Este deportivo rescata algunos rasgos de diseño del modelo original y los reinterpreta según los tiempos modernos. La carrocería, ahora de fibra de carbono, se presenta en un nuevo color azul que recuerda al famoso azul Alpine.

La carrocería tiene una línea moderna y muy fluida, en la que el cuidado por la aerodinámica queda patente en cada uno de sus rincones. Además, los faros adicionales abombados en semicírculo dotados de LED en color amarillo se presentan como otro gran guiño al pasado. Otro detalle que gustará a los amantes del mundo racing es que, tras la luneta tridimensional se puede ver el motor, que está ubicado en posición central trasera. También llamativo y con un toque muy retro son sus capós delantero y trasero, que se abren en sentido opuesto al habitual, como se hacía antaño.

Renault Alpine A110-50

En el apartado mecánico, el Alpine A110-50 recoge la base técnica del Mégane Trophy. El concept de Renault se asienta sobre un chasis tubular que se ha hecho más rígido y ha sido evolucionado para la ocasión. Por otra parte, el arco del habitáculo y la cruceta central del vano motor han sido rebajados. El resultado es un coche con un reparto de masas casi idéntico (un 47,8 % recae sobre la parte delantera). Y, como dato curioso, cabe destacar que el nuevo Alpine incorpora un sistema neumático de gatos de levantamiento que permite cambiar las ruedas de forma muy rápida.

En cuanto a las medidas más destacables, la batalla del Renault Alpine A110-50 es igual a la del Mégane Trophy (2.625 mm), mientras que sus vías son ligeramente más anchas (1.680 mm delante y 1.690 mm detrás). Como buen y puro circuitero, no monta ayudas electrónicas, ni siquiera ABS. No obstante, la frenada queda garantizada por unos discos ventilados de acero de 356 mm con pinzas de 6 pistones en el eje delantero, y de 330 milímetros con pinzas de cuatro pistones en el trasero.

El motor, también conocido del Mégane Trophy, es un V6 de 3,5 litros y 24 válvulas ubicado en posición central trasera, que rinde 400 CV. En cuanto a la transmisión, monta una caja secuencial semiautomática de seis velocidades, colocada de forma longitudinal detrás del motor. Otro dato fundamental que revela Renault es que va equipado con un diferencial autoblocante de deslizamiento limitado.

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