Prototipos olvidados: MG EX-E de 1985

Basado en el coche de rally MG Metro 6R4, con motor central V6 de 3.0 litros, 255 CV de potencia y 305 Nm de par, el MG EX-E montaba una caja de cambios manual de cinco marchas y un sistema de tracción integral. Sin embargo, a diferencia del coche de competición, la intención de Austin Rover con el MG EX-E de 1985 era desarrollar un automóvil deportivo con homologación de calle.

Presentado en el Salón de Frankfurt de 1985, muchos críticos especializados pensaron que el diseño de este prototipo EX-E sirvió de influencia para la primera generación del icónico deportivo japonés Honda NSX, cuya producción se iniciaría apenas cuatro años después de la aparición pública -y fulgurante- de este MG.

Supervisado por Roy Axe, que entre otros cargos fue diseñador jefe de Chrysler en Europa durante los años 60, el MG EX-E destacaba por una carrocería ligera construida en plástico y por su reducido coeficiente aerodinámico de sólo 0,24, gracias a la implementación de la tecnología de diseño asistido por ordenador. Además, un techo de cristal fue diseñado específicamente para este prototipo, imitando el concepto de un avión de combate.

El interior, también bajo la influencia de la industria aeroespacial, planteaba una cabina de alta tecnología con pantallas digitales y una llave magnética de estilo tarjeta de crédito para el acceso. Una vez dentro, las funciones digitales servían para activar el encendido, ajustar los asientos, los espejos, e incluso el sistema de aire acondicionado. Sin olvidarnos de otros 'gadgets' sorprendentes para la época, como los sensores de lluvia y luces, o un teléfono manos libres.

En cuanto a las prestaciones, el motor V6 fue suavizado respecto a los más de 400 CV del coche de rally del que derivaba, conformándose con 255 CV suministrados a ambos ejes a través de una transmisión manual de cinco velocidades. A pesar de este 'aburgesamiento', el MG EX-E todavía tenía suficiente fuerza como para acelerar de 0 a 100 km/h en menos de cinco segundos y alcanzar de velocidad máxima los 275 km/h. 

Para ser justos, todos estos números eran estimaciones realizadas por Austin Rover, ya que el prototipo que se expuso y se olvidó en Frankfurt jamás arrancó este prometedor motor V6. El EX-E se quedó en un simple concepto con el que Austin Rover anticipó un montón de soluciones para un futuro automóvil de producción. Por desgracia, nada de esto ocurrió tampoco, ya que la empresa vivía en la antesala de una situación económica precaria que pocos años después desembocaría en su desaparición.

Fuente: motor1.com