El Polo como base del futuro SUV urbano de Volkswagen

Volkswagen sigue resistiéndose a entrar en el segmento más pequeño de los crossover. Una categoría en crecimiento constante y con propuestas de casi todas las marcas de volumen. Con el nuevo Tiguan como un SUV C de mayores dimensiones y el gran Touareg jugando en una liga casi exclusiva de las marcas de lujo, la marca alemana desarrollará para antes de 2018 un SUV B sobre la plataforma del Polo.

Siguiendo la fórmula de modelos como los Peugeot 2008 o Renault Captur, la compañía ha desechado la idea de desarrollar un SUV sobre el concepto Taigun 2012 (por ser demasiado pequeño) y pretende entrar en el segmento con todas las posibilidades técnicas que le concede el utiiltario de la casa, el Polo.

Basándose en las líneas del prototipo T-Cross Breeze del último Salón de Ginebra, pero con un techo y unas puertas realistas y no típicas de 'show car' como ya avanzó con un 'render' del futuro modelo Jan Kamenistiak, el crossover pequeño de Volkswagen llegaría en 2018 y lo haría sobre la plataforma MQB.



Poco más se ha desvelado de un modelo que, a falta de nuevos prototipos que nos acerquen un poco más al coche de producción final, es todo un misterio. Si nos seguimos ateniendo al T-Cross Breeze, éste incorporaba un 1.0 de tres cilindros con 110 CV y 573 Nm de par, asociado a una transmisión automática de doble embrague y siete velocidades que transmite la potencia a las ruedas delanteras.

¿Sus prestaciones? Acelera de 0 a 100 km/h en 10,3 segundos y alcanza una velocidad máxima de 188 km/h. Sin embargo, aún habrá que esperar para tener más información al respecto, aunque se rumorea con una nueva familia de motores copando toda la gama, la tracción integral en las versiones más equipadas (algo poco común entre sus adversarios) e incluso que se produzca en España (el Polo lo hace en Navarra).

Fuente: motor1.com