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José Manuel Yáñez, de Ciudadanos, bebido al volante

José Manuel Yáñez, de Ciudadanos, bebido al volante
Los mismos que combaten esta mala práctica son, en muchos casos, los mismos que son 'cazados' cometiendo ese delito que intentan paliar. La política y el alcohol al volante, una mezcla que no parece dar muy buenos resultados. El último caso conocido es el de José Manuel Yáñez, jefe de gabinete del grupo de Albert Rivera en la Asamblea de Madrid. Conozcamos más casos de dirigentes políticos que han decidido conducir superando la tasa de alcohol permitida.

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Escribir estas líneas resulta algo bochornoso, sobre todo teniendo en cuenta que los aquí mencionados son los responsables de muchas campañas políticas contra el consumo de alcohol al volante. Ejemplos para la sociedad que son 'cazados' superando los límites de forma abismal y se aferran a sus cargos públicos sin renunciar y sin disculparse ante los ciudadanos. Conozcamos algunos.

José Manuel Yáñez, jefe de gabinete de Ciudadanos en Madrid, ha sido uno de los últimos 'cazados' al volante tras haber consumido alcohol y superando con creces los límites establecidos por la ley. En el caso de Yáñez, quintuplicaba la tasa permitida, por lo que fue sancionado con la retirada de 8 meses y un día del carné de conducir y el pago de una multa de 1.500 euros. Esta sanción terminará el próximo 2 de septiembre, pero el cargo público que ocupa no será abandonado pese a los cargos que posee actualmente. 

El portavoz del Ayuntamiento de Valladolid, Jesús Javier Presencio, triplicaba la tasa de alcohol legal (0,25 miligramos por litro de aire espirado). Su forma de justificar su conducta, 'sólo había cogido el coche para ir a por tabaco'. Esto despertó las críticas de los que representa, por lo que renunció al cargo el pasado martes, eso sí, aferrándose a su silla de concejal del consistorio. Más bochornoso aún es el caso de Pilar Araque, concejala del PP de Alcorcón y responsable de Servicios Sociales y Discapacidad en el Ayuntamiento madrileño, quien atropelló a una mujer de 78 años cuando triplicaba la tasa del alcohol al volante.

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Nicolás José Navarro, edil de Juventud en Motril (Granada) y del mismo grupo político que Araque, fue pillado con una tasa etílica superior a la legal pese a ser médico y haber emprendido una cruzada contra el botellón. Un compañero de partido, un concejal popular de Santiago de Compostela, Ángel Espadas, quien fue sorprendido tras quedarse dormido en un semáforo con el motor encendido y triplicando la tasa de alcohol permitida. Similar cantidad acumulaba el alcalde Mont-ras (Girona), Manel Montalban, y también el diputado autonómico de Compromís en las Cortes de Valencia, Juan Ignacio Ponce.

Es cierto que pocos son los que dimiten, y muchos son los cargos políticos que siguen aferrado a sus puestos. El concejal del PP en Valverde del Camino (Huelva), José Domingo Doblado, que circulaba ebrio y con el permiso caducado. Perdió todos los puntos y se negó a abandonar el sillón del Ayuntamiento. La concejala de Juventud y Formación del PSOE en el Ayuntamiento de Mahón (Menorca), Indaura Gil, fue detenida por duplicar la tasa de alcohol permitida, aunque no llegó a ser sustituida ni dimitió. Quien sí lo hizo y pidió disculpas fue la concejala popular de Tudela (Navarra), Verónica Gormedino, tras doblar la alcoholemia en un control.

La lista es larga, con claros ejemplos de cargos públicos que han cometido un importante delito contra la seguridad pública, representando a aquellos que combaten esta mala praxis que es la combinación del alcohol y la conducción, algo que deja numerosas víctimas cada año y un incalculable dolor en el entorno y familiares.

Fuente: El Mundo

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