Un padre construye un coche de juguete para su hijo

Un padre construye un coche de juguete para su hijo. Dicho así, no suena nada raro ¿verdad? Pero, una vez visto el resultado final, la cosa cambia... y mucho.

Lo primero habría que advertir a todos los padres es que, quizá, no sea conveniente que enseñen esta noticia a sus hijos (por aquello de que las comparaciones son odiosas). El progenitor del que hablamos es un ingeniero de automoción de origen chino (lo primero, le ha ayudado bastante en su empeño) que, un buen día, decidió construir un coche a escala para su hijo.

El cochecito en cuestión está fabricado en fibra de carbono y monta doble suspensión, discos de freno en las cuatro ruedas, llantas de aleción y un motor eléctrico que ha colocado en el eje delantero. Su ficha técnica contempla, además, un coeficiente aerodinámico de 0,24, es decir, lo mismito que un Tesla S Model. También tiene luces de LED, sistema de audio y cinturones de seguridad.

Por sus formas, el precioso coche de juguete recuerda a los modelos de carreras de los años 50. Inspiración que queda más que clara por la decoración final, basada en el Ford GT40 Gulf.

El motor eléctrico que este ingeniero chino ha montado en el coche de juguete puede superar los 100 km/h, pero él asegura que, para preservar la seguridad de su hijo, lo ha limitado a algo menos de 5 km/h.

Da igual, que el pequeño no se queje. En su cuarto de juegos luce un coche eléctrico que la web Jalopnik (donde hemos descubierto estas imágenes) valora en algo más de 15.000 euros (esto es, por encima de los 11.000 euros), a lo que, si se suma la mano de obra podría superar el precio de un BMW Serie 3.