Un recuerdo para la 'oveja negra' de Porsche

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Cuando Porsche se decidió a innovar en el año 1997, no sabía que su nuevo producto no calaría demasiado bien entre el público. La oveja negra de Porsche llegó con una serie de cambios estéticos y mecánicos que fueron difíciles de asimilar.

Se trataba de la generación 996 del Porsche 911, el primero en incorporar refrigeración por agua. Sin embargo, este avance pasaría desapercibido entre una serie de problemas técnicos. 

Contaba con un motor bóxer refrigerado capaz de ofrecer 300 CV. Sin embargo, un problema en un rodamiento obligaba a cambiar todo el bloque, una avería muy cara (para repararla necesitas unos 14.000 euros) que le dió muy mala fama, sobre todo si tenemos en cuenta que hoy en día, en el mercado de segunda mano puedes hacerte con uno de segunda mano por unos 12.000 euros.

Por otro lado, Porsche cambió la forma de los tradicionales faros redondos delanteros por unas nuevas ópticas que incorporaban los intermitentes y que le quitaban personalidad al Porsche 996.