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¿Cuál es mejor, el Nissan GT-R o el Ford Mustang?

¿Cuál es mejor, el Nissan GT-R o el Ford Mustang?
Japón contra Estados Unidos. No, no estamos en 1941, pero la magnitud de este enfrentamiento puede catalogarse de colosal. Dos titanes que representan el punto álgido de ambas industrias automovilísticas, con varias generaciones de historia a sus espaldas, amados por unos, odiados por otros. ¿Cuál es mejor, el Nissan GT-R o el Ford Mustang?

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Hay que tener las cosas muy claras para decantarse por el músculo americano o por la ingeniería de precisión japonesa. Si bien ambos modelos distan mucho de sus orígenes, con varias generaciones de evolución y con severos cambios a lo largo de los años, hoy día representan la culminación del trabajo de las mentes más brillantes de cada país. El Nissan GT-R o el Ford Mustang, ¿cuál es el mejor?

A continuación voy a mostrarte las mejores bazas de ambos contendientes, pero antes debemos aclarar cuáles son las versiones que deben enfrentarse en este duelo. Desde el país del sol naciente nos llega el Nissan GT-R en su configuración estándar, dejando la variante Nismo a un lado por el incremento de potencia que conlleva, mientras que justo bajo las barras y estrellas tenemos al Ford Mustang GT350R, el cual en cifras de rendimiento es el equivalente a Godzilla.

Nissan GT-R, o como la ingeniería hace milagros

La actual generación del GT-R lleva en el mercado desde 2007 y ha sufrido diferentes cambios y lavados de cara para actualizarlo al nivel de la competencia, pero fue en 2012 cuando su mecánica recibió el cambio más importante: un incremento de potencia que sentaba las bases de su legado. El motor DOHC V6 de 3.8 litros con 24 válvulas y dos turbocompresores se actualizaba hasta los 549 CV y 632 Nm de par disponibles a 3.200 rpm.

La transmisión automática de doble embrague y seis relaciones canaliza la potencia a las cuatro ruedas, lo cual permite que acelere de cero a 100 km/h en tan solo 2,8 segundos antes de alcanzar su máximo rendimiento en los 315 km/h. Si eras seguidor de Top Gear cuando Clarkson, Hammond y May protagonizaban el programa, recordarás que el Nissan GT-R protagonizó diferentes desafíos y viajes a lo largo de las temporadas, desde competir contra el tren bala japonés, hasta arrear ganado en Australia.

Es en este último episodio donde el mismo James May asegura que 'nada sale más rápido que el Nissan GT-R'. Esto se debe a que dispone de un más que efectivo Launch Control que canaliza la potencia óptima al sistema de tracción total para obtener el máximo rendimiento desde el primer momento. Por otro lado, no todo es velocidad punta, sino que su desarrollo es tal que ha conseguido ser uno de los coches de producción más rápidos de Nürburgring, ha escasos segundos de vehículos que superan con creces su potencia.

Esto se debe a su excepcional manejo, en el cual contribuye una suspensión específica desarrollada por Bilstein con tres modos seleccionables por el conductor: Sport, R-Mode y Comfort. El sistema de frenos está firmado por Brembo y presenta un patrón de diamante para mejorar la ventilación interna. Ambos ejes presentan discos de 380 mm. Con todo, el GT-R registró en 2013 un tiempo de vuelto al Nordschleife de 7 minutos, 8 segundos y 679 milésimas, muy por encima de otros vehículos más potentes que Godzilla.

Ford Mustang GT350R, la reinvención de una leyenda

La actual generación del Ford Mustang cuenta en su haber con el Shelby GT350R, una variante más ligera y potente del Mustang que basa su construcción y diseño en la filosofía de Carroll Shelby. Pese a que ya no se encuentra entre nosotros, Shelby ha aportado muchos conocimientos a los chicos de Ford para el desarrollo del GT350R, como la eliminación de todo lo innecesario y que aportaba peso al conjunto.

Comencemos por su corazón. Bajo el robusto capó, el Shelby GT350R alberga un motor V8 de aspiración natural con 5.2 litros que entrega 526 CV y 542 Nm de par. Este bloque motor dispone de un cigüeñal completamente plano, una arquitectura que solamente se encuentra en aplicaciones propias de las carreras. A diferencia de los propulsores V8 tradicionales, en los que la biela se coloca en posición de 90º, en éste se colocan en 180º.

Asociado a este potente motor encontramos una caja de cambios manual de seis velocidades, así como un radiador de aceite y otro para el diferencia, éste es de tipo Torsen, con desplazamiento limitado. El Ford Mustang Shelby GT350R dispone, a su vez, de suspensión MageRide en el tren delantero y suspensión trasera independiente, frenos Brembo con discos perforados en cruz y pinzas de freno delanteras de seis pistones, mientras que en el eje trasero son de cuatro pistones. 

En materia de aerodinámica, el Shelby GT350R ha sido mejorado al incluir un capó ventilado, bajos carenados, un difusor trasero, entradas de aire para los frenos o salidas de aire en las aletas. Todo ello mejora el flujo de aire a lo largo de la carrocería, mientras que para mantenerlo lo más cerca de la carretera, los chicos de Ford Performance han recurrido a un splitter delantero y a un alerón trasero.

Llega el turno de uno de los mayores quebraderos de cabeza para Ford, la reducción de peso. En comparación con el Shelby GT350 Track Pack, éste es ahora 58 kilogramos más ligero, gracias a la eliminación del aire acondicionado, el sistema de sonido, los asientos traseros, el suelo del maletero, la moqueta, la cámara de aparcamiento trasero o, incluso, los silenciadores del sistema de escape. Las llantas son ahora de fibra de carbono y de 19 pulgadas, lo que ahorra 5,8 kilogramos de peso suspendido por rueda. 

Pero decantarse por el candidato americano no significa, necesariamente, renunciar a las comodidades típicas de un coche moderno. Por ello, Ford ofrece a los clientes cierto nivel de confort, como es la instalación de un sistema de climatización, navegador con pantalla táctil de ocho pulgadas, un equipo de audio con siete altavoces y retrovisores con intermitentes integrados. A fin de cuentas, el GT350R es un modelo apto para su uso en carretera.

Conclusión

Así que, una vez expuestos todas las cualidades de ambos contendientes, solo te queda decidir a ti. Aunque, eso sí, no me voy a ir sin mojarme un poco. Ambos modelos son grandes coches que están o han revolucionado un poco más el segmento de los deportivos. Son referentes en su mercado y vehículos tan avanzados tecnológicamente que lejos quedan ya esa berlina de lujo o el Fastback clásico de la película 'Bullitt'.

Pero mi corazón me dice que si ya consiguieron crear un coche tan avanzado en 2007, ¿qué deparará una próxima generación? Para mí, el Nissan GT-R es quizás mejor en la mayoría de los sentidos, tal vez no tan puro como el Mustang, pero capaz de hacer sombra a los grandes del mercado por menos de la mitad de precio. Aunque el Shelby GT350R tiene algo que haría perder la cabeza a cualquier entusiasta.

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