Montan en moto borrachos, pero el karma siempre está ahí
Dicen que el karma siempre está ahí. Y si no es el karma es la casualidad la que hace que, a veces, uno reciba una buena lección. La que han aprendido los protagonistas de este vídeo después de montar en moto borrachos es que, si uno bebe no conduce, por varias razones: por su seguridad, por la de los demás, por su espalda y por su orgullo.
Los dos hombres muestran claros signos de embriaguez pero, a pesar de ello, están convencidos de dar una vuelta en moto. Dos mujeres tratan de persuadirles para que abandonen su imprudente idea, pero no lo consiguen.
No hay problema, el karma está ahí para hacer de las suyas y no dejarles llegar muy lejos.
El piloto gira la maneta más de la cuenta y da tal acelerón que su compañero cae de espaldas cuando las ruedas ni siquiera han empezado a girar. El conductor no corre mejor suerte y sólo unos metros más allá se empotra contra una pared.
Ninguno de los dos sufrió daño alguno (salvo su orgullo que debió quedar sería magullado):
Descubre más sobre Noelia López, autor/a de este artículo.
Conoce cómo trabajamos en Autobild España.