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Mercedes Vision Tokio Concept: el futuro autónomo

El Mercedes Vision Tokio Concept es la principal atracción del stand de Mercedes-Benz en el Salón de Tokio 2015, un prototipo plug-in híbrido con pila de combustible de hidrógeno que la firma de la estrella ha desarrollado como homenaje a la Generación Z -nacidos a partir de 1995-.

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El vehículo del futuro autónomo. Así podríamos definir al Mercedes Vision Tokio Concept, un prototipo que la firma de la estrella acaba de desvelar en el Salón de Tokio 2015. Este futurista concept car es una combinación de las últimas tecnologías al alcance del hombre: un sistema de propulsión híbrido enchufable con pila de combustible de hidrógeno, hologramas en el interior y un sistema de conducción autónoma.

Según Mercedes, el Vision Tokio Concept es un homenaje a la urbana Generación Z, a los nacidos a partir de 1995. Su carrocería se apoya sobre llantas de 26 pulgadas a las que acompaña unas taloneras que se iluminan en azul, mientras que en el techo encontramos una cámara de 360 grados y una multitud de sensores para operar el sistema de conducción autónoma.

 

El parabrisas del Mercedes Vision Tokio Concept está compuesto por un tramo continuo de paneles de vidrio que crea una atmósfera envolvente. La enorme parrilla delantera se ilumina y es capaz de mostrar un patrón en función de la música del interior. Sus dimensiones, de 4.803 mm de longitud, 2.100 mm de anchura y 1.600 mm de altura, le permite disfrutar de una cabina espaciosa, a la que se accede desde una puerta vertical situada en el lado izquierdo, con capacidad para cinco pasajeros dispuestos en un sofá oval y rodeados de pantallas LCD y hologramas en 3D para diversos sistemas integrados.

Aunque el Mercedes Vision Tokio Concept cuenta con un sistema de conducción autónoma, el modo manual sigue estando disponible gracias a un volante que cambia de posición para ejercer la conducción, mientras que el asiento del conductor se libera desde el centro del sofá. Con una autonomía total de 980 kilómetros, los tanques de hidrógeno ofrecen 790 kilómetros y una batería de alto voltaje los 190 kilómetros restantes.

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