Mercedes R63 AMG, el único monovolumen AMG
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Muchos son los fabricantes que ofrecen variantes de alto rendimiento de sus principales modelos, pero realmente son pocos los que se atreven con los monovolúmenes, a excepción de algunos ejemplos como el Opel Zafira firmado por OPC y el Ford S-Max con 220 CV, pero hasta ellos parecen unidades descafeinadas al lado del Mercedes R63 AMG, el único monovolumen que salió de la planta de montaje con las siglas AMG grabadas sobre su carrocería.
Para encontrar este modelo en los anales de la historia de Mercedes debemos remontarnos a 2007, cuando el Clase R era ofrecido con una gama de propulsores de gasolina y diésel, pero pocos sabían que se encontraba, bajo pedido eso sí, una variante AMG con el archiconocido motor V8 de 6.2 litros y aspiración natural heredado, en este caso, del CLK63 AMG. Este motor, conocido como M156, entrega un total de 503 CV de potencia y 630 Nm de par.
El potente motor estaba asociado a una caja de cambios automática AMG Speedshift 7G-Tronic de siete relaciones con un selector con tres modos de conducción diferentes y un sistema de tracción integral con distribución variable de par en 40:60 entre el eje delantero y el trasero, respectivamente. Esta combinación permitía que pasara de cero a 100 km/h en 4,6 segundos y que alcanzara una velocidad máxima limitada de 250 km/h.
Un vehículo de su clase podía combinar las cualidades propias de un monovolumen, como son la practicidad y versatilidad de su habitáculo para seis ocupantes, con las características de los modelos puros de AMG, como es una suspensión deportivo Airmatic, un kit de carrocería de corte deportivo, un sistema de escape con salidas cuádruples, llantas de aleación de 20 pulgadas y un sistema de frenos de alto rendimiento con discos perforados.
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