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Mercedes ha decidido: sus autónomos salvarán al conductor

Mercedes ha decidido: sus autónomos salvarán al conductor
Mercedes ha tomado una decisión: sus coches autónomos salvarán al conductor. La marca de la estrella da respuesta de este modo al complicado dilema que plantean los coches cien por cien autónomos. Llegado el caso, qué deben hacer, ¿dar un volantazo poniendo en peligro al conductor o seguir adelante?

Mercedes ha tomado una decisión, llegado el caso de tener que elegir sus coches autónomos salvarán al conductor. Esta es la respuesta que la marca de la estrella da al complicado dilema que plantean los coches cien por cien autónomos; una cuestión que lleva tiempo en el aire y a la que ningún otro fabricante se ha atrevido a responder (por ahora).

Hace unos meses, Science publicaba un estudio sobre el dilema social de los coches autónomos. En su análisis preguntaba a los conductores estadounidenses si comprarían un coche que les mataría por salvar otras vidas. La respuesta fue muy altruista ya que la mayoría dijo que "prefería un coche salvase 10 vidas a una, pero que no comprarían un vehículo que pudiera hacer algo así".

¿Cuántos trabajos podría eliminar el coche autónomo?

De acuerdo con las declaraciones realizadas por Christoph Von Hugo, responsable de los sistemas de asistencia al conductor de Mercedes, a la revista Car and Driver, en Alemania piensan bien diferente. "Si sabes que puedes salvar al menos una persona, salva al menos a esa persona. Salva a la que va en el coche. Si todo lo que sabes a ciencia cierta es que solo se puede prevenir una muerte", ha explicado el directivo. 

Mercedes se convierte así en el primer fabricante que se posiciona ante el gran dilema que plantean los coches que conducen solos. Su respuesta, dice, se basa en pura probabilidad: hay que salvar al que sabes que puedes salvar.

Los alemanes plantean una hipotética situación en la que el coche autónomo se encuentra un grupo de peatones. Qué debería hacer, ¿dar un giro brusco o seguir adelante? Si elige la primera opción corre el riesgo de invadir el carril contrario o, incluso, chocar contra un poste que le haría rebotar e impactar contra los peatones. Es decir, Mercedes apuesta por la que tiene más probabilidades de conseguir un final feliz.

El dilema del tranvía

El quebradero de cabeza que plantean los coches autónomos recuerda al famoso dilema del tranvía ideado por Philippa Foot. El planteamiento era el siguiente: "imagínese que conduce un tranvía y unas decenas de metros más adelante ve un grupo de seis personas atadas a la vía. Puede cambiar de vía con solo accionar una palanca, pero en la otra vía también hay otra persona, en este caso solo una, atada a ella. ¿Debería accionarse la palanca? De hacerlo salvaría más vidas, pero estaría terminando activamente con una, mientras que de no hacerlo moriría más gente pero usted no estaría haciendo nada".

¿Qué harías?

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