Mercedes GLC F-CELL Plug-in: hidrógeno y enchufable en 2018

Anunciado a principios de año, el Mercedes GLC F-CELL Plug-in no será un vehículo de hidrógeno ordinario. Y es que la marca de la estrella va un paso más allá, y también lo enchufa a la corriente. ¿Cómo? Sí, Mercedes, después de su experiencia con el Clase B F-Cell apuesta por el hidrógeno y la electricidad en un mismo vehículo.

La autonomía total de este GLC se situará en aproximadamente 500 kilómetros, si tenemos en cuenta los tanques de hidrógeno en fibra de carbono con forma de T en el túnel central y con capacidad para 4 kilos de hidrógeno cada uno. La operación completa de repostaje se estima en aproximadamente tres minutos, por lo que va a ser más o menos lo mismo que en un GLC de combustión.

A esto hay que sumar la capacidad de sus baterías de iones de litio, las cuales pueden recargarse enchufando el Mercedes GLC a una toma de corriente, rápida o doméstica. En cualquier caso, con las baterías en un estado óptimo de recarga, este SUV Premium que llegará al mercado en 2018 podrá recorrer 48,2 kilómetros en modo eléctrico.



Se trata por lo tanto de un modelo más que interesante para las personas preocupadas por la ecología, con inquitudes tecnológicas y seguidoras de la marca Mercedes, puesto que será el primer automóvil de hidrógeno fabricado en serie por Daimler. El esfuerzo que requiere un vehículo de estas innovadoras características, y sus ventajas respecto a sus hermanos de combustión, marcarán el calendario de la industria automovilística los próximos años.

Apenas se conocen más detalles. Eso sí, Mercedes ha confirmado que llevará al Salón de París (octubre de 2016) un prototipo de esta configuración técnica. Además de esta variante, Mercedes pondrá en juego durante los próximos meses un GLC híbrido enchufable "normal", combinando una mecánica de gasolina con otra eléctrica.