Mercedes B 55, lobo con piel de cordero

Por fuera, solo las llantas (firmadas por AMG) y los tubos de escape cromados delatan a los ojos expertos que este no es un Mercedes Clase B normal, sino el resultado de la imaginación, el trabajo y los sueños de un grupo de estudiantes a los que plantearon un reto: personalizar, a su antojo, un Mercedes Clase B.

Dicho y hecho. La estética debía gustarles bastante, ya que apenas la han tocado. En el interior, solo han añadido algunos detalles en tapicería Alcántara para dotar al modelo de un aspecto más deportivo. Después, han centrado toda su atención bajo el capó.

La unidad original montaba el motor 200 CDI. "Demasiado aburrido", debieron pensar. Así que lo han cambiado por un impresionante propulsor V8 de 388 CV. Si nos fiamos de su palabra, el Mercedes B 55 (así lo han bautizado) alcanza los 100 km/h, desde parado, en menos de seis segundos y tiene una velocidad máxima limitada a 250 km/h.

Ya puestos y para soportar mejor estas cifras, los intrépidos alumnos de Mercedes han añadido una caja de cambios automática de siete velocidades y han convertido este Clase B en un modelo de tracción trasera. Además, han sustituido los frenos de la unidad original por discos de 345 mm delante y 300 mm detrás, han reforzado el chasis y han rebajado la suspensión.

Voilá. Nace así el Mercedes B 55. La pena es que, al menos de momento, no hay noticias de que pueda llegar a convertirse en un modelo de calle.