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Vídeo: de paseo por Nüburgring con un Mercedes-AMG GT R

Vídeo: de paseo por Nüburgring con un Mercedes-AMG GT R
Está creado por y para los circuitos, pero eso no significa que el Mercedes AMG GT R no pueda disfrutar de un paseo por el asfalto de Nürburgring. Así, tranquilo, trazando con agilidad una curva tras otra, ha sido cazado e inmortalizado en vídeo; y si descubrir como rugen sus más de 500 CV nos puso los pelos de punta, verle dando un tranquilo paseo por el Infierno Verde nos ha terminado de enamorar.

Tras su presentación en el Festival de la Velocidad de Goodwood 2016, nadie duda de que el Mercedes AMG GT R es una bestia del asfalto que puede verse en el Salón de Paris 2016. Pero los coches fabricados para ir rápido (muy rápido) tienen un doble cualidad: también pueden circular despacio y convertir una vuelta al circuito de Nürburgring en un placentero paseo.

Esta doble faceta del Mercedes AMG GT R es la que hemos descubierto en este vídeo, en el que el deportivo traza una curva tras otra del mítico Infierno Verde con una serenidad y un aplomo impresionantes (advertencia, ya no va pintado de verde sino de un elegante color negro):

Así es el Mercedes AMG GT R

Tras el Mercedes-AMG GT y el Mercedes-AMG GT S, este Mercedes-AMG GT R completa la gama por arriba, creando un vehículo emocionante. Con datos tan importantes como un 0 a 100 en 3,6 segundos o una velocidad máxima de 318 km/h, esta bestia pondrá las cosas muy complicadas a Porsche y Ferrari. Pero las mejoras no solamente afectan a la potencia o a las prestaciones, van mucho más allá.

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La aerodinámica se ha revisado en profundidad y se ha basado en el coche de competición: los cambios que ves en la carrocería no están ahí por casualidad. El paragolpes cuenta con tomas de aire activas, que se abren y cierran según las necesidades de refrigeración del motor. El gran alerón trasero ajustable y el difusor trasero mejoran el downforce en el eje trasero. La aerodinámica activa es fundamental en este Mercedes-AMG GT R y gracias a un splitter desplazable, el eje delantero se pega al asfalto generando una gran carga aerodinámica a altas velocidades.

La suspensión es del tipo coilover y se puede ajustar según las necesidades del piloto. Este elemento se combina con el AMG Ride Control que cuenta con tres niveles de dureza. Los soportes del motor y la transmisión también ajustan su rigidez según el modo elegido.

Otra de las grandes novedades del AMG GT-R es el eje trasero direccional, incorporado por primera vez en un Mercedes-AMG. Este sistema puede cambiar el ángulo de las ruedas hasta 1,5 grados, esto permite un mejor nivel dinámico en zona de curvas.

Cómo no, el motor es protagonista, aunque visto lo visto, es de lo que menos cambia: el V8 de cuatro litros aumenta su potencia hasta los 585 CV mientras que el par aumenta hasta los 700 Nm entre las 1.900 y las 5.500 rpm. Esta mejora en el rendimiento se consigue gracias a nuevos turbos, que ahora soplan a 1,35 bares, y una optimización en la centralita.

Estéticamente, los cambios también son muy importantes. La nueva parrilla con las 15 láminas, tomada directamente del AMG GT3, dotan al conjunto de una mirada mucho más emocionante. La carrocería ensanchada, el techo de fibra de carbono o la espectacular trasera con el escape central consiguen que su aspecto dé miedo. La rigidez del conjunto también ha mejorado gracias a refuerzos de aluminio, titanio o fibra de carbono. 

El peso también se ha rebajado: 15 kg. Sí, puede parecer poca dieta, pero el reto consiste en no aumentar el peso con la cantidad de tecnología extra que lleva este Mercedes-AMG GT R. Los discos carbono-cerámicos consiguen ayudar a rebajar el peso: de manera opcional puede llevar discos de 402 mm en el eje delantero. 

El interior del Mercedes-AMG GT R es una auténtica oda al espíritu racing. Los baquets de competición, las costuras y cinturones en amarillo o las inserciones en fibra de carbono (pagando extra) dotan al conjunto de un aspecto sensacional.

Edición Limitada

En Goodwood, sus creadores dijeron que no habría límite de producción. Aplicando aquello de 'donde dije digo, digo Diego', desde las marca de la estrella se lo han pensado mejor y han decidido que sí que el GT R debe ser un coche al alcance de sólo 2.000 afortunados y no sólo por razones económicas.

Es una buena estrategia porque al ser un bien escaso el deseo de los que pueden conseguirlo aumenta de forma proporcional a la envidia de los que no podremos verlo más que en estas fotos y vídeos.

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