Maverick Viñales, un digno sucesor de Barry Sheene
Diego de Arístegui
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Maverick Viñales, un digno sucesor de Barry Sheene. El piloto catalán devolvió a Suzuki a lo más alto de un podio de MotoGP nueve años después de su última victoria y quince del último triunfo en seco de los hombres de Hamamatsu. Un fin de semana espectacular de un Viñales que ya sabía antes que nadie que en Gran Bretaña podía llegar esa victoria tan ansiada.
"Desde que llegue a Silverstone sabía que podía ganar", con esa mentalidad aterrizó Maverick Viñales en uno de los mejores templos en los que bautizarse como ganador de carreras en MotoGP. Un sentimiento que confirmó en los entrenamientos desde el primer momento. Viñales ya había dominado entrenamientos a lo largo de 2016, pero en Inglaterra las sensaciones eran diferentes. Realmente era posible verlo peleando por la victoria.
Lo que terminó de confirmar sus opciones fue la clasificación del sábado. La Suzuki había mostrado claros signos de debilidad en condiciones de mojado, pero el joven piloto español se desquitó colándose en la primera fila de la parrilla junto a Crutchlow y Rossi. Todos los favoritos metían a Viñales en sus quinielas de cara al domingo.
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Cuando arrancó la carrera, el terrible accidente entre Pol Espargaró y Loris Baz no nos hizo valorar lo que había sucedido en esos primeros metros. Viñales había mantenido bien su posición de salida, pero en prácticamente tres curvas ya se había puesto primero y comenzaba a tirar con mucha fuerza. Fue una lástima que cortasen su progresión, aunque ya se encargó él unos minutos después de confirmar el síntoma que había evidenciado antes, tenía más ritmo que los demas.
Hay varias formas de estrenar tu casillero de triunfos en MotoGP y desde luego la forma que escogió Maverick -escapándose desde el inicio y haciendo que prácticamente nos olvidásemos de que estaba en cabeza- fue la más brillante. Un modo perfecto de presentar su innegable talento y también una formidable forma de devolver a Davide Brivio, el hombre que apostó por él cuando estaba en Moto2, la confianza depositada en el piloto de Rosas que el año que viene pilotará una Yamaha pata negra.
La victoria deja a Viñales cuarto en la clasificación general por delante de Dani Pedrosa y a 19 puntos de la tercera posición que ostenta Jorge Lorenzo. Queda claro que tras la victoria vamos a ver una versión muy competitiva del piloto de Suzuki, y aunque sea difícil verle otra vez en lo más alto del podio, seguro que será un dolor de cabeza para más de un favorito de aquí a final de temporada. Barry Sheene disfruta desde el cielo al ver que ya tiene un dingísimo sucesor.
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