¿Qué hará Webber antes de irse del 'convento'?

El historial de desencuentros entre Mark Webber y Sebastian Vettel vivió en el pasado GP de Malasia el punto de mayor tensión desde que son compañeros de equipo. Puede que no fuese la más grave, ya que el choque en aquel GP de Turquía tuvo peores consecuencias deportivas para el equipo.

Sin embargo, el enfado de Mark Webber ante los millones de espectadores que presenciaron la carrera de Sepang dejó patente que el australiano no está dispuesto a aguantar más. Pero puede que esto no haya sido más que la exteriorización de una situación interna que ha cambiado. Lo más probable es que su renovación de 2012 tenga una fecha de caducidad muy temprana y Red Bull ya tenga en mente a su sustituto para 2014. Esto no era así hasta ahora y se nota que en su nuevo estatus de piloto camino de su retirada (ya se dice que Porsche le ha tanteado para su retorno a Le Mans), Mark Webber no quiere seguir rindiendo pleitesía a su joven compañero.

A buen seguro que no es la primera vez que Vettel se salta las órdenes de equipo, tan seguro como que no es la primera vez que Webber sale perjudicado por ello. Pero hasta ahora el australiano asumía y callaba anteponiendo el beneficio común. Aunque tampoco se puede negar que Vettel se ha ganado a pulso lo que tiene y es el justo líder de Red Bull. Ahora parece que Webber no tiene nada que perder y ha dejado muy claro que le sentó realmente mal que Vettel le quitase una victoria que llevaba su nombre, cuando aún no había nada importante en juego.

Las dos semanas que llevamos sin carreras han sido el caldo de cultivo perfecto para que la polémica en Red Bull haya alcanzado dimensiones galácticas. Rumores dentro y fuera del equipo han afirmado que aquello ha pasado de ser era una guerra civil a una balsa de aceite en la que todo el mundo sabe sus funciones, derechos y obligaciones. También dicen que sigue habiendo rencor y que las consecuencias de este sentimiento podrían dejarse ver a lo largo de la temporada.

¿Tanto como para que Webber ayude a Alonso en una hipotética lucha con Vettel? Eso sería mucho decir, pero si que es posible que Webber no este dispuesto a seguir siendo un 'mandao' y, si vuelve a tener alguna oportunidad de sacar beneficio para sí mismo, no la desaproveche, aun teniendo que saltarse algún mandato jerárquico, independientemente de que con ello pueda perjudicar a su compañero.

También es probable que la jefatura de Red Bull haya puesto a cada uno en su sitio, aunque cuesta creer que la reprimenda a Vettel haya sido tan severa como quieren hacer pensar. Pero la historia dice que los grandes divorcios en los equipos, lejos de resolverse, se enquistan cada vez más. Quedan 17 carreras y ocho meses por delante para arreglarlo todo o terminar de estropearlo, con dos títulos en juego y un batallón de rivales ansiosos por aprovechar la inestabilidad del hasta ahora sólido equipo Red Bull. ¿Hará Webber honor al refrán y para lo que le queda en el convento...?