A los chinos no les gusta que los coches huelan

El 'olor a nuevo' es difícil de describir, pero todos sabemos cómo es y somos perfectamente capaces de distinguirlo en un vehículo que acaba de salir del concesionario. En la mayor parte de las ocasiones, se describe como un aroma agradable, excepto en el caso de los conductores chinos que no les gusta que los coches huelan.

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Si cambiamos de continente y viajamos a América sucede lo contrario. A los conductores americanos sí les agrada ese color a coche recién estrenado. Esta controversia termina por convertirse en un problema para algunos fabricantes, como Lincoln que ha decidido adaptar el olor de sus coches al mercado al que van destinados.

Así, los modelos que vende en China van equipados con un filtro de carbono que elimina todos los olores (excepto el aroma del cuero, porque resulta que a los chinos y japoneses sí les gusta ese olor que se asemeja al pescado); mientras que en América no sólo permite la presencia de aromas, es más, los potencia.

Fuente: Jalopnik