Logo Autobild.es

Lo mejor y lo peor de los coches autónomos

Lo mejor y lo peor de los coches autónomos

Sara Soria

Mucho se está hablando de las ventajas que traerán los coches autónomos, pero ¿y lo malo? El Observatorio Tecnológico de la Universidad Oberta de Catalunya alerta sobre un mal uso que podría darse a los coches inteligentes provocando una ciudad llena de ‘coches zombis’. También hay mucho por hacer en materia de legislación y en la sensorización de las ciudades.

Según datos de los fabricantes de automóviles, en la década de 2020 o 2030 ya podrían circular coches autónomos por las carreteras, pero parece que la tecnología, como ocurre muchas veces, va por delante del debate social y esto es así porque en muchos países aún no existe una legislación que permita la circulación de este tipo de vehículos, entre ellos España. También hay que decir que la semana pasada el ministro de interior Jorge Fernández Díaz adelantó cuatro líneas de actuación que se están impulsando desde el Gobierno sobre el coche autónomo. Es por este motivo que el Observatorio Tecnológico de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC) ha realizado un estudio para conocer los pros y contras de los coches autónomos:

Una de las ventajas de los coches autónomos es la seguridad que ofrecen. En la actualidad la industria automovilística trabaja con unos márgenes de error muy pequeños. Si un sistema de frenado tiene una fiabilidad del 99 %, esto quiere decir que fallaría una vez de cada cien. Pero en el caso de los vehículos inteligentes esto no puede ocurrir: “no podrá fallar nunca. Un vehículo no se puede colgar como un ordenador o un móvil, porque puede costarte la vida. Hay que conseguir esta fiabilidad de forma muy extendida y con un impacto económico pequeño en el coste del vehículo”, dicen los expertos de la UOC.



Por tanto, la irrupción del vehículo inteligente “puede conducir a tecnologías más fiables, nuevas interfaces de interacción, más seguras y eficientes y que nos permitan interactuar solo con la voz, y también a una nueva manera de pensar las ciudades inteligentes por el hecho de que se derivaría la sensorización al ciudadano”, se detalla desde el Observatorio.

En la actualidad ya encontramos coches con tecnologías inteligentes. Por ejemplo, las que se refieren a la gestión del vehículo y que permiten realizar una gestión de la conducción y diagnósticos más eficientes. También se utilizan aplicaciones de apoyo al conductor a través de los sistemas de conectividad que ya ofrecen casi todas las marcas y que permiten al usuario interactuar a distancia con el coche.

Pero son las aplicaciones que actúan sobre el propio vehículo las que supondrán un mayor avance en el futuro. Estas aplicaciones permitirán reacciones más rápidas y más previsibles, ya que todos los vehículos conducirán automáticamente según unos parámetros similares. También podrán regular el flujo de vehículos y evitar atascos, ordenar el aparcamiento, y permitir que el conductor se relaje mientras va al volante.

Pero estas ventajas pueden tener su lado malo si no se hace un buen uso. Así desde el Observatorio comentan que si no se encuentra aparcamiento, se podría dejar el vehículo dando vueltas solo y, si todo el mundo hiciera lo mismo, tendríamos una ciudad llena de “coches zombis”.

Los vehículos que se autoconducen implican muchas tecnologías y, por lo tanto, se necesitaría un esfuerzo de las administraciones para regularlas, creando así un modelo de gestión eficiente. “Haría falta sensorizar la ciudad para tener información de tránsito y aparcamientos. Y, de hecho, los propios vehículos pueden convertirse en sensores y transmitir esta información”, comentan desde el Observatorio. También destacan la importancia de definir formatos de intercambio de datos estándar y de incorporar sistemas de sensores en el vehículo -de proximidad, de visión por computador…-. “Por último sería necesario gestionar grandes volúmenes de información conectados por la red”, explican los expertos de la UOC.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.