Le pillan bebido al volante cuatro veces en 30 horas

"Si bebes, no conduzcas", decía la famosa campaña de los 80, pero a un conductor de Cumberland (EEUU), estos mensajes le han debido de entrar por un oído y salir por el otro toda la vida. Si no que explicación dar a que le pillen bebido al volante cuatro veces en 30 horas. Este hombre, de nombre John Lorenzo, no solo puso en peligro su vida, sino que en alguno de los atestados figura que iba con sus hijos en el coche.

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El 'viaje' de Lorenzo comenzó el domingo por la mañana, en Providence (Rhode Island), cuando estampó su pick-up Dodge contra el SUV en el que viajaba una familia. Dos niños de cuatro y seis años tuvieron que ser hospitalizados sin mayores consecuencias. Lorenzo también fue al mismo hospital, donde los testigos afirman que amenazó a un oficial de Policía y lanzó una botella llena de orines a los médicos. Fue puesto en libertad con la primera acusación por ir bebido al volante.

A las 7.00h del lunes, John Lorenzo, fue de nuevo arrestado, porque su Chevrolet había impactado contra otro cohche en Mendon Road y daba muestras de haber bebido. La prueba fue positiva y fue liberado con su segunda acusación por ir bebido al volante. El mismo lunes, a las 11.00h , fue visto por un oficial conduciendo un Plymouth Barracuda de 1970. Cuando le arrestaron, lo llevaron de otra vez al hospital para realizarle un análisis de sangre completo.

Nada más salir de nuevo del hospital, con su tercera acusación por ir bebido al volante, no se le ocurrió otra cosa que coger su grúa e irse a dar una vuelta por ahí. La cosa termina a las 17.00h, cuando el vehículo impacta contra un árbol. Lorenzo fue enviado al hospital para un nuevo análisis, tras el cual se ha juntado con cuatro denuncias por conducir bebido en un día.

Además, la Policía acusa a Lorenzo de cuatro cargos por conducir ebrio en 30 horas, de resistencia a la autoridad, negarse a hacer la prueba de alcohol y, por ahora, tampoco ha presentado evidencias de que sus vehículos estuvieran asegurados. Parecería gracioso si no fuera por el susto que se llevaron los niños del primer accidente y sus padres y, por supuesto, porque por el camino se ha cargado un Plymouth Barracuda de 1970. Una auténtica joya, puedes ver cómo sonaba y lucía en el vídeo de abajo, sin palabras.

Fuente: ProvidenceJournal 

Foto destacada: Wikimedia Commons