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Las futuras tecnologías de Ford

Las futuras tecnologías de Ford
Un asistente capaz de tomar el control del volante para hacer una maniobra de esquiva en caso de emergencia o un nuevo sistema de aparcamiento automático son solo algunas de las futuras tecnologías de Ford. Ambas podrían equiparse en la próxima generación del Ford S-Max, pero para ello no solo hará falta que Ford todavía las mejore un poco más, sino también, cambios legislativos.

AUTOBILD.ES ha viajado hasta el centro de pruebas Ford en Lommel (Bélgica), para conocer algunas de las futuras tecnologías de Ford (#FordFutures). Seguramente, el Obstacle Avoidance, un asistente para evitar colisiones, sea el más importante aunque solo sea porque Ford lo tiene suficientemente desarrollado como para que llegue al mercado en un par de años. Eso sí, antes llegarán el nuevo sistema de aparcamiento automático de Ford y un asiento capaz de monitorizar el ritmo cardíaco y otras constantes de su conductor, ambos seguramente disponibles desde 2015 con la nueva generación del S-Max.

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Gracias a un radar y a una cámara situada en la parte alta del parabrisas, el asistente para evitar colisiones de Ford es capaz de detectar un obstáculo en la carretera hasta una distancia de 200 metros, como pueden ser un vehículo averiado, un animal o, incluso, un peatón. En ese caso, el conductor recibe diferentes alertas en el volante y en los pedales, pero si no reacciona y el vehículo circula por debajo de 60 km/h, finalmente, este procederá a hacer una frenada de emergencia. Hasta ahí, nada nuevo cierto, pero es que si el coche viaja por encima de esa velocidad lo que hará el sistema automático para evitar colisiones de Ford es escanear el carril de la izquierda para ver si se encuentra libre y, en solo en ese caso, ejecutará una maniobra evasiva.

El prototipo mostrado solo veía un coche simulado con goma espuma, pero en las cuatro pasadas a 60 km/h fue capaz de esquivarlo sin problemas, solo resultaba un poco brusco al corregir la maniobra para no salirse del carril de la izquierda. Al igual que otras de las futuras tecnologías de Ford, esta aplicación podría llegar al mercado en un par de años, pero la legislación internacional existente (Convención de Viena), que impide que un vehículo circule sin el control constante de su conductor, no lo permite.

De hecho, si se cambiara esta norma, el asistente para evitar colisiones de Ford funcionaría mejor porque durante la ronda de pruebas a otro periodista se le ocurrió tocar el acelerador cuando el coche ya había iniciado la maniobra y terminó llevándose por delante parte del dummy que simulaba un coche parado. El motivo es que, con arreglo a esta norma internacional –que para más INRI es interpretada con variaciones según el país-, si el conductor decide tomar el control del coche, la máquina debe quedar totalmente a su disposición. Desde luego, no es ninguna norma absurda, pero es que se escribió en 1968, cuando estas máquinas no eran capaces de salvarte la vida gracias a la electrónica. 

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