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Las cinco cosas más irritantes del Ford Focus RS

Aquí puedes leer las cinco cosas más irritantes del Ford Focus RS, porque incluso a pesar de haber sido una de las sensaciones de 2016, no todo es perfecto en ningún coche.

Algunos de nuestros lectores ya han escrito a AUTOBILD.ES mencionado algunas de las cinco cosas más irritantes del Ford Focus RS. Como Ramón, de La Garriga (Barcelona), que nos contaba cómo a él le parece desagradable la sensación de flotabilidad del tren delantero cuando pisa a fondo el acelerador en recta, según nos refería en una carta, también a un amigo suyo que tiene el mismo modelo le pasa exactamente lo mismo.

Vídeo: El Focus RS es una máquina de driftar

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Desde luego, hoy en día no es algo que uno se espera de un coche a pesar de que ha sido un problema endémico de modelos tan míticos con el Porsche 911 durante décadas... hasta que se ha generalizado el uso de la electrónica para controlar la potencia. En todo caso, quien ha hecho el vídeo sobre las cosas más irritantes del Ford Focus RS han sido los probadores del canal de youtube Vehicle Virgins, quienes no solo prueban habitualmente modelos deportivos o de alta gama, sino que suelen sacarles con frecuencia defectos a los de la marca Ford.

Así, a continuación tienes las cinco cosas más molestas del Ford Focus RS, que comienzan con un radio de giro exageradamente grande que, según su probador, hace de este deportivo de Ford un coche excesivamente torpe tanto para maniobrar, como en las rotondas. “Inútil y terrible para moverte por espacios pequeños”, lo llega a calificar. El segundo de los problemas del Ford Focus RS es la suspensión, que en este modelo es ajustable con un mando situado en la columna de dirección y que en su programa más deportivo resulta excesivamente rígida para este probador “más que la de un GT3” llega a calificarla.

Sobre su comodidad en este programa, afirma que es como conducir sobre ladrillos. La tercera cosa más irritante del Focus RS es que no puedes llevártelo fuera del asfalto a pesar de que tiene tracción total. El motivo es que tiene unos diferenciales trasero y delantero demasiado sensibles a la elevada temperatura y, como además, este coche incluye sensores de calor en ambos, en cuanto el RS pisa tierra, empiezan a saltar alertas. “Si quieres que los diferenciales duren lo mismo que el coche, tendrás que conducirlo sólo por carretera”, afirma.

La cuarta de las cosas irritantes del Focus RS de Ford es el interior para este probador, que echa mucho de menos ver un equipamiento y unos acabados algo más exclusivos en un modelo que cuesta 41.00 euros -al menos, en el mercado español-. Comparado con un Audi S3 o, incluso, un Volskwagen Golf RS, parece bastante menos lujoso, aburrido y barato para él. Por último, también encuentra irritante en el Ford Focus RS la postura de conducción, que le resulta demasiado elevada y poco ergonómica ya que, afirma, cuesta utilizar dos pedales al mismo tiempo.

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