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Juan Manuel Fangio: de la escoba a la gloria

Rafael García

La vida de Juan Manuel Fangio siempre ha estado ligada al mundo del motor. ¿Quien iba a pensar que el chico que barría el taller del piloto Carpettini se convertiría en una leyenda de la Fórmula 1?

Cada mañana, con sólo 11 años, Juan Manuel Fangio arrancaba el Panhard Levassor que tanto sitio ocupaba en el taller del piloto Carpettini. Lo dejaba unos segundos al ralentí, avanzaba con él varios metros, barría el hueco y lo volvía a colocar en su lugar para seguir limpiando el resto del local.

Aquel hierro obligaba a Fangio madrugar más de la cuenta, pero también a familiarizarse con las cuatro ruedas en la Argentina de los años 20... hasta que recaló como aprendiz de mecánico en otro taller, el del piloto Miguel Viggiano. ¡Cualquier cosa era mejor que resignarse a seguir los pasos de su padre como albañil!

Fueron años de fútbol, boxeo, reuniones con los amigos y algo de tuning, si esa palabra hubiera existido entonces: el cuarto de los seis hermanos Fangio convirtió en 1927 su primer coche, un Overland, en un bólido de carreras, aunque nunca lo usó para competir.

Los encargados de Juan Manuel Fangio probar las mieles de la velocidad fueron los corredores Ayerza y Brujas, a quienes acompañó como copiloto con cierto éxito. A partir de 1936, bajo el 'alias' Rivadavia, se pondría al volante por fin, hasta su debut oficial, en 1938 con un Ford V8.

Fangio ganador de zandvoort 1955

A pesar de las dificultades derivadas de la Segunda Guerra Mundial y la falta de recursos, el argentino pronto se dio cuenta de que las victorias deportivas eran la mejor publicidad para el taller que había montado junto a unos amigos en 1932... y para pasar de la categoría Turismo de Carretera (TC) a Gran Premio (GP) en 1948 con el Maserati 4C 1500.

Los dorados años 50

Sus triunfos y la invitación de Amadeo Gordini para correr en Francia con un Simca (1948), lo consagraron como piloto profesional en Europa, hasta su participación en el primer Campeonato del Mundo de Fórmula 1, dentro del equipo oficial Alfa Romeo en 1950. Uno de sus compañeros de escuderia, Giuseppe Farina, obtendrá el título, pero el subcampeón Fangio le devolverá la moneda al año siguiente.

Juan Manuel Fangio, o 'el Chueco' como le llamaban, ganó otros cuatro Mundiales (en 1954, 1955 -con Mercedes y Stirling Moss como compañero-, 1956 -Lancia-Ferrari- y 1957 – al volante del Maserati 250F-).

Fangio Mercedes W196R en Spa

Desde su retirada en 1958, recibió un buen número de galardones honoríficos, dio miles de vueltas de exhibición y recibió el reconocimiento casi unánime (incluso por los que fueran sus rivales como Ascari o Giuseppe Farina) como el piloto más grande de la historia.

Fanio en el Maserati 250 F en Nürburgring

En junio de 2011, Fangio hubiera cumplido 100 años, de no ser porque murió en 1995. Sólo la magia de Senna (fallecido un año antes) o los siete mundiales de Schumacher han cuestionado para algunos este premio, en una carrera distinta que, es posible, no acabará jamás.

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