Imposible hacer (y vender) otro coche como este
El diseñador ruso Sergei Ivanov creó en 1988 un pequeño roadster llamado Cardi Curara. Contaba con un chasis tubular y paneles de fibra de vidrio. Bajo el capó, latía un motor V12 de 5.0 litros, procedente de un BMW 750. Echa un vistazo a las imágenes.
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Con su tracción trasera, 300 CV de potencia y una transmisión ZF de cuatro velocidades, el Curara debutó en el Salón de París de aquel año. Su interior, en cuero de color burgundy, se encargó a Reino Unido. Hoy en día, sería imposible hacer (y vender) otro coche como este.
El Curara fue vendido por 145.000 euros a un español y desapareció durante una década hasta el año pasado, donde fue visto en una subasta en Alemania. Por algún motivo, su último propietario le puso el emblema de BMW en el frontal y en la trasera. ¡Buen intento!
Fuente: Carbuzz
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