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Ferrari prohíbe comprar sus coches a la mayoría de sus empleados

Nacho de Haro

Ellos los diseñan, los desarrollan y los fabrican, pero en la mayoría de los casos no los pueden adquirir. ¡Qué ironía!

Una popular publicación australiana ha tenido la oportunidad de entrevistar recientemente a Enrico Galliera, director de marketing de la firma con sede en Maranello, y nos han revelado unos cuantos detalles curiosos sobre el proceso de selección de Ferrari para elegir a los clientes de sus automóviles más exclusivos, las deseadas ediciones limitadas de la marca, modelos como el Ferrari F12tdf.

VÍDEO: Prueba del Ferrari 812 Superfast

Un tema que no podría estar más de actualidad, pues recordemos que recientemente han salido a la luz noticias como la de un acaudalado coleccionista de modelos de la marca que demandó a Ferrari por no venderle un LaFerrari o como la de este empresario que denunció públicamente la negativa de la compañía a ofrecerle un LaFerrari Aperta. Esto evidencia que aunque tengas el dinero suficiente, no siempre podrás comprar tu Ferrari de ensueño.

Enrico Galliera, que es la persona encargada de decidir a quién van a ofrecer Ferrari sus modelos más exclusivos, explica ante Drive que tienen “mucha más demanda que oferta, así que lo que hacemos es aplicar unos criterios para identificar y recompensar a los buenos clientes”. Continúa explicando que para la compañía, las ediciones limitadas son consideradas como un “regalo” para sus clientes más importantes.

Antes de presentar su último modelo de edición limitada, el Ferrari LaFerrari Aperta, se pusieron en contacto con 200 clientes para ofrecerles la posibilidad de adquirir este superdeportivo híbrido con carrocería descapotable. Ni uno solo de ellos dijo que no. Galliera indica que a veces reciben solicitudes de compra a las que tiene que decir que no aunque el que la envíe sea un rey y que también niegan la posibilidad a personas consideradas como “buenos clientes” para mantener la exclusividad.

Esta filosofía también se traduce en una medida un tanto irónica: Ferrari prohíbe a la mayoría de sus empleados comprar sus modelos. Los únicos que por norma general están invitados a adquirir una unidad de sus deseadas ediciones limitadas son los pilotos de Fórmula 1, el resto de la plantilla no está autorizada. Galliera explica que esto es así porque “con una producción tan limitada y unos clientes que esperan tanto tiempo para conseguir sus coches, no estaría bien entregar ese coche a uno de nuestros trabajadores”.

Fuente: Drive.

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