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Estos son los secretos más ocultos del Dodge Viper ACR

Estos son los secretos más ocultos del Dodge Viper ACR

Raul Toledano

Dodge ha tenido que poner a punto su Viper en esta versión de alto rendimiento ACR. El doble objetivo es, primero producir en serie el súper coche americano más radical de todos los tiempos, y el segundo, plantarle cara a los deportivos europeos más potentes y exclusivos. ¡Estos son sus secretos!

Hay deportivos que nacen directamente como automóviles de carreras, y la marca en cuestión aplica una ligera capa de barniz para su homologación como coches de calle. Es el caso del Dodge Viper ACR, que ya en su versión original es uno de los deportivos más salvajes del concierto internacional e incompatible con las inclemencias del día a día.



El Viper fue un desastre en cuanto a tecnología y confort, y es por eso que en Europa el coche se mantuvo lejos de la aceptación de algunos de sus rivales alemanes. Los fabricantes de automóviles más populares de Europa, en especial Porsche, golpearon con el Porsche 918 Spyder, que tuvo respuesta con el McLaren P1. En ambos casos se trataba de superordenadores con ruedas, incluida la tecnología híbrida derivada del mundo de la competición.



Frente a ellos, el Viper era un coche impreciso en una conducción ágil, y necesitaba alguna manera de evolucionar y ponerse a la altura de sus rivales europeos. Dodge se puso manos a la obra y lanzó el Viper ACR, cuyo principal objetivo es ser exprimido en circuito a un precio mucho más asequible que el de sus adversarios.

Para ello, la marca norteamericana ha añadido piezas de fibra de carbono para reducir el peso total de su carrocería. Además esta nueva y espectacular evolución del Viper cuenta con un paquete aerodinámico de última generación, incluido unos splitter frontal y difusor trasero de nuevo cuño, así como un juego de neumáticos específicos Kumho ECSTA V720.

A 289 km/h, el Viper ACR ejerce 800 kilogramos de carga aerodinámica, más que cualquier otro coche de producción en el mundo. Incluso a 240 km/h, la carrocería del ACR envía 545 kg de peso sobre el asfalto. La actual generación de este 'hypercar' tiene tanto agarre que no hay asfalto en el mundo que haga despegar a sus neumáticos.

Tanta carga aerodinámica puede incluso dificultar aprovechar los más de 800 Nm de par motor, que es el valor más alto en un motor de aspiración natural de producción. Para que te hagas una idea, el Viper ACS tiene un coeficiente de resistencia aerodinámica de 0,54 (por los 0,37 del Viper estándar), casi igual que un Hummer H2 (0,57). Esto limita la velocidad máxima en 43 km/h a partir los 177 km/h en un Viper ACR que cuenta con un motor V12 de 8.4 litros y 650 CV de potencia.



Con la carga aerodinámica equivalente al peso de 10 coches de tamaño medio, la suspensión ha tenido que ser reforzada y los frenos potenciados por Brembo. De esta manera el Dodge Viper ACR cuenta con unos amortiguadores Bilstein tres veces más rígidos que los que se encuentran en un Viper normal. Además éstos ofrecen diez ajustes de distinta dureza  y componentes aerodinámicos desmontables, según las necesidades del propietario.

En definitiva, el Viper ACR es un automóvil legal para circular en carretera abierta y al mismo tiempo participar en una carrera de GT3. Y todo por un precio de 118.795 dólares, unos 106.000 euros al cambio actual. No hay un automóvil de producción tan barato con estas prestaciones en el mercado. Si el Corvette puede ser el perfecto contricante de un Ferrari 488 GTB, este Dodge Viper ACR se postula como la alternativa americana al Ferrari Laferrari.... o, ¿por qué no al rey de la velocidad Bugatti Veyron por un precio 20 veces inferior?

 

Fuente: Carbuzz

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