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El Elemental Rp1 se corona en el Festival del Goodwood 2016

Raul Toledano

Elemental Motor Company presenta en Goodwood el modelo de producción de un juguete de carreras llamado Rp1. Si su estética ya es toda una declaración de intenciones, espérate a que te cuente los primeros datos homologados por el fabricante en la víspera del festival de velocidad inglés.

A pocos días del comienzo del Festival de Velocidad de Goodwood 2016, te tengo que contar algunos detalles de uno de los automóviles más interesantes allí presentes a partir del próximo 23 de junio: el Elemental Rp1, un biplaza de circuitos homologado para carretera que, después de cuatro años de desarrollo (los dos últimos como prototipo), debuta este fin de semana en Inglaterra como un juguete que se fabricará en serie.



Si ya su aspecto resulta imponente (ni rastro de parabrisas, capota o techo), espera que te cuente los datos de su ficha técnica. Cuenta con un monocasco en fibra de carbono de tan sólo 65 kilogramos de peso, material que también está presente en el salpicadero o en la carrocería (el Rp1 pesa entre 540 y 580 kg), y una bajísima postura de conducción, tirando literalmente al suelo a un conductor que se sentirá como a los mandos de un coche de carreras

Además, el Elemental Rp1 cuenta con uno de los paquetes aerodinámicos más avanzados del mercado de deportivos de calle: difusores frontales y traseros y plano de suelo, optimizando más el flujo de aire. Con estas soluciones, el fabricante con sede en Hampshire anuncia que la versión final de producción del RP1 puede generar unos nada desdeñables 400 kilogramos de carga aerodinámica a una velocidad de 241 km/h.



En cuanto al motor, el Elemental Rp1 puede elegirse con dos opciones, ambas de origen Ford de la familia EcoBoost y turboalimentadas, bien un tricilíndrico de 1.0 litros y 180 CV de potencia o un tetracilíndrico de 2.0 y 320 CV. La versión más potente (también más pesada, 580 por 540 kilogramos), acelera de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos y alcanza los 265 km/h, por los 3,2 segundos y 233 km/h del Rp1 menos potente. Una demostración que para ser superdeportivo no hace falta tanta potencia.

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