El coche eléctrico, malo para la UE
Borja García-Donas
En el informe de la Comisión Europea se plantean tres posibles escenarios para el desarrollo del coche eléctrico en el mercado europeo, en los que variarían las cifras del recorte que sufriría la recaudación fiscal en los países de la UE por la introducción de estos vehículos. Esto se debe a que su desarrollo va acompañado de incentivos, ayudas a la compra y otras iniciativas.
A este descenso se sumaría la disminución de la recaudación por impuestos sobre los carburantes, que se compensaría con el IVA que grava a los coches eléctricos. Además, según la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (Acea), los impuestos por adquisición y uso de coches asciende a 378.000 millones de euros anuales en la UE, a lo que se suma el desarrollo de infraestructura de estaciones de recarga (inversiones de entre 30.000 y 150.000 millones de euros).
El primer escenario que plantea el informe pronostica que en 2020 circularán 3,3 millones de enchufables por las carreteras comunitarias, hasta alcanzar los 50 millones en 2030. Esta cifra supone la reducción de los ingresos fiscales hasta 18.000 millones de euros.
El segundo escenario se refiere a un desarrollo moderado del coche eléctrico, con dos millones de vehículos de este tipo en 2020 y 20 millones en 2030, lo que se reflejaría en los ingresos fiscales, que bajarían a 38.000 millones de euros. El último escenario dice que si se desarrollan las baterías y se reducen los costes, en 2020 habría 5,5 millones de enchufables y en 2030 superaría los 93 millones, por lo que las pérdidas serían de 33.000 millones de euros.
Conoce cómo trabajamos en Autobild España.