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Cuatro sistemas de seguridad que salvarían 420 vidas al año

Cuatro sistemas de seguridad que salvarían 420 vidas al año
Frenado de emergencia autónomo, alerta de salida de carril, detector de fatiga y monitorización de ángulos muertos son cuatro sistemas de seguridad no demasiado caros que, según un estudio de Línea Directa, pueden evitar hasta 420 muertes al año.

No están en todos, pero sí en muchos de los coches de nueva comercialización. Son cuatro sistemas de seguridad que podrían salvar hasta 420 vidas al año en España según un estudio publicado por Línea Directa.

Para llegar a esta conclusión, la compañía aseguradora ha analizado 83.115 accidentes con víctimas leves, graves y mortales y los ha comparado con los resultados que los cuatro sistemas de seguridad en cuestión arrojan en las pruebas de choque de EuroNCAP. Los datos indican que, si todos los coches llevaran frenado de emergencia autónomo, alerta de cambio de carril involuntario, detector de fatiga y monitorización de ángulos muertos, se podrían evitar hasta 23.000 accidentes con víctimas al año; a la vez que se salvarían hasta 420 vidas.

El mismo estudio revela el gran desconocimiento que existe entre los conductores acerca de qué son, cómo funcionan y para qué sirven estos cuatro sistemas de seguridad. Asi que, tómate un momento más para seguir leyendo y deja que te cuente.

La frenada autónoma de emergencia activa los frenos sin necesidad de participación del conductor cuando detecta la presencia de un coche o cualquier otro obstáculo. Su intervención en el sistema de frenado es gradual y depende de si el choque es inminente o todavía hay tiempo para que el conductor reaccione y tome el control de la situación. Según el estudio de Línea Directa, su uso extendido podría reducir los accidentes hasta en un 19% y evitar la muerte de cerca de 200 personas.

La alerta por cambio de carril involuntario es el más conocido de los cuatro sistemas de seguridad que podrían salvar hasta 420 vidas al año. Reconoce las señales laterales de la carretera y avisa (mediante vibración o alerta sonora) de que estamos a punto de invadir el carril contrario. Los más avanzados, además, toman el control de la situación si el conductor no corrige la dirección. Su eficacia es tal, que la Unión Europea estudia imponer su obligatoriedad a partir de 2016.

El detector de fatiga podría reducir hasta un 5% los accidentes y salvar así 90 vidas. Utiliza una serie de sensores que miden la actividad del conductor y valoran cuándo está demasiado cansado para seguir conduciendo.

Por último, la monitorización de los ángulos muertos avisa de la presencia de obstáculos en aquellas zonas que quedan fuera del ángulo de visión del conductor. Es especialmente útil a la hora de adelantar y en carreteras convencionales donde, además, se registran el mayor número de muertos.

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