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Cuatro falsos mitos sobre conducir en invierno

Cuatro falsos mitos sobre conducir en invierno
Los falsos mitos sobre conducir en invierno que corren por ahí han hecho que muchos conductores se lo piensen dos veces antes de salir a circular con mal tiempo. Es cierto que hay que extremar las precauciones, pero que haga frío, llueva o sople el viento no son motivo para dejar el coche hibernando en el garaje hasta que llegue la primavera.

No te pierdas nuestro especial invierno para saber todo lo que debes hacer con tu coche

Los falsos mitos sobre conducir en invierno que corren por ahí han hecho que muchos conductores se lo piensen dos veces antes de salir a circular con mal tiempo. Es cierto que hay que extremar las precauciones, pero que haga frío, llueva o sople el viento no son motivo para dejar el coche hibernando en el garaje hasta que llegue la primavera. 

Falso mito número 1: “De noche, cuantas más luces mejor”

Nuestro coche no es una nave espacial y cada sistema de alumbrado tiene una función, una mala utilización de los mismos podrá confundir y deslumbrar a conductores que circulen, enfrente y detrás.

Por si tienes dudas te dejo este enlace en el que explicamos cómo, cuándo y por qué utilizar cada una de las luces del coche

Falso mito número 2: “Bajar en punto muerto una cuesta ahorra combustible”

Seguro que te lo ha dicho tu vecino y el cansino de tu cuñado. Pues no, es un error y de los gordos. Aunque no haya marcha engranada, el motor sigue girando y por tanto consumiendo sin olvidar, que tampoco se tiene retención del motor con lo que en caso de tener que utilizar los frenos, implicará hacerlo con más intensidad.

Falso mito número 3: “No se puede frenar en curva”

Es cierto que la recomendación es frenar ANTES de llegar a la curva, pero conduciendo a una velocidad prudente, un coche moderno es capaz de transmitir la frenada al suelo junto a la direccionalidad con seguridad.

Falso mito número 4:  “calentar el motor antes de salir”

Esto ha quedado obsoleto; los motores de inyección son el presente y para calentarlos lo mejor que podemos hacer es circular con suavidad unos kilómetros.

Lo que SÍ debes hacer para conducir en invierno

- Cuando hay hielo en la carretera

- Lo más recomendable es iniciar la marcha  del coche en segunda velocidad acelerando muy suavemente.

- Se deben emplear marchas largas y cambiar de marcha con maniobras muy suaves, circulando siempre a velocidad muy reducida, usando el freno lo menos posible.

- Para reducir la velocidad lo ideal es recurrir al freno motor levantando el pie del acelerador.

- En caso de perder el control del vehículo no pisar el freno, hay que levantar el pie del acelerador y girar el volante hacia donde vaya la parte trasera del coche.

- Cuando hay nieve

La forma de actuar dependerá de la cantidad de nieve caída:

- si la capa de nieve es gruesa es preferible circular sobre las rodaduras de otros vehículos.

- si se trata de poca nieve y se llevan las cadenas montadas es mejor pisar nieve virgen. En este caso, evitar avanzar sobre las marcas de otros vehículos y si se pierde el control, levantar el pie del acelerador y actuar igual que en caso de hielo.

En este vídeo aprenderás a montar las cadenas en dos minutos:

- En caso de niebla

La niebla afecta principalmente a la visibilidad, pero también a la adherencia. Por ello es muy importante ver y ser vistos. Hay que mantener el habitáculo ventilado y a una temperatura adecuada para evitar que se empañen los cristales, circulando siempre con el alumbrado de cruce y el antiniebla delantero, y activando el antiniebla trasero obligatorio si la niebla es intensa.

Si la niebla es muy espesa y no existe suficiente visibilidad, se debe estacionar el vehículo en un lugar seguro, manteniendo el alumbrado de posición o estacionamiento encendido.

- Si sopla el viento

El viento representa un mayor peligro cuando sopla racheado o a ráfagas porque puede llevarnos a perder el control.

Lo mejor es reducir la velocidad y aumentar considerablemente la distancia de seguridad cuidando los adelantamientos y sujetar firmemente el volante. Las maniobras deben efectuarse de forma suave manteniendo cierto grado de aceleración para que la propia fuerza del motor ayude a mantener la trayectoria.

Fuente: Europcar

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