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Consigue el carné de conducir sin pasar por la autoescuela

Consigue el carné de conducir sin pasar por la autoescuela
Un madrileño ha conseguido el carné de conducir sin pasar por la autoescuela. Para lograrlo, Gabriel Lucas ha tenido que adaptar su coche y tomar clases prácticas con su madre durante casi ocho meses.

Gabriel Lucas ha conseguido el carné de conducir sin pasar por la autoescuela. ¿Cómo? Adaptando su coche y convirtiendo a su madre en profesora por unos días.

La historia de Gabriel puede sonar extraña, pero es totalmente legal. Con 19 años, este madrileño decidió apuntarse a la autoescuela para obtener el permiso de conducir. Al poco tiempo enfermó y cuando quiso retomar las clases le informaron de que su matrícula había caducado. Enfadado, lo dejó pasar.

Hace cuatro años, cumplidos los 25, decidió sacarse esta 'espinita', pero a su manera. Buscando información en Internet (la DGT no supo orientarle de los pasos que debía seguir), descubrió que, en 1981, Tráfico modificó la normativa para permitir conseguir el carné de conducir sin pasar por la autoescuela. Los requisitos eran: disponer de un coche adaptado (con doble pedal y dos espejos retrovisores exteriores para el copiloto), estar asegurado y que alguien con más de cinco años de carné y tres sin sanciones hiciera de profesor.

El coche elegido fue un Honda Accord del 98 que su tío le había regalado. Tal y como Gabriel Lucas relata al diario El País, a la hora de sacarse el carné de conducir sin ir a la autoescuela, lo que resultó más dificíl fue encontrar un profesor con expediente limpio; no obstante, resultó que lo tenía mucho más cerca de lo que pensaba: su madre. Y aún más complicado le resultó localizar una compañía que se hiciera cargo del tema del seguro. Primero habló con su aseguradora, que se negó, llamó a otras cinco, que tampoco aceptaron la petición... Finalmente, optó por el Consorcio de Compensación de Seguros.

Cuatro años y casi 2.500 euros después (en una autoescuela le hubiese costado unos 740), Gabriel Lucas consiguió el beneplácito de la DGT. Tenía, desde ese momento, ocho meses para aprobar el teórico, hacer las prácticas (primero en circuito cerrado, después por las calles de Majadahonda, Madrid) y, por fin, presentarse al examen.

El teórico lo aprobó a la primera. El práctico lo suspendió por las maniobras de aparcamiento. Justo el día que expiraba la licencia concedida por Tráfico, en noviembre, aprobó y consiguió su ansiada 'L' (en su caso, de color rojo, no verde).

Gabriel puso una cámara en el salpicadero de su Honda para grabar su experiencia y contarlo todo en su blog. Aquí te dejamos el enlace, no tiene desperdicio.

Foto portada: Thinstock (archivo).

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