Conducir un Ferrari de carreras por la calle es horroroso
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Conducir un Ferrari 430 Challenge por la calle es horroroso. Solo hay que preguntárselo al autor de este vídeo y te dirá que, en esta ocasión, no hay sido un placer ponerse a los mandos de un Ferrari.
Como puedes comprobar, un coche de carreras no está adaptado para un uso por carretera abierta. Al menos, un coche destinado a las carreras en circuito. Los de rally, con sus limitaciones, sí es cierto que se desenvuelven mejor.
El primer problema de un coche de carreras es acceder a su interior. Con todo el entramado de barras de seguridad, tendrás que tener cierta flexibilidad para sentarte en el baquet que, por cierto, no es muy amigo de las tallas XXL.
Pero aquí no se acaban los inconvenientes. El Ferrari 430 Challenge utiliza un motor V8 de 4,3 litros con 483 CV que está situado en posición central (justo detrás de los asientos) y, por supuesto, este coche no tiene aire acondicionado en beneficio del rendimiento. ¿Resultado? El habitáculo se convierte en un horno. Pero estos no son los únicos problemas… ¡dale al play!
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