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Comparativa: Mercedes Clase E Estate vs BMW Serie 5 Touring vs Audi A6 Avant

Uno de estos tres, es el mejor familiar mundo

Es un duelo a tres para paladares refinados. Todos tienen motores diésel de seis cilindros bajo el capó, y espacio a raudales en el habitáculo. Sí, has oído leído: son diésel. Pero que eso no nos amargue el día. Todos tienen catalizador SCR y tratamiento de gases por ácido úrico. De modo que todo en orden. Comparativa: Mercedes Clase E Estate vs BMW Serie 5 Touring vs Audi A6 Avant. Creo que no me equivoco si digo que son, posiblemente, los mejores coches familiares del mundo. La pregunta es: ¿Cuál es, definitivamente, el mejor de todos?

Empecemos con el Audi A6 con carrocería Avant y motor 3.0 TDI. 4,95 metros de largo, y 2.465 kilos que se reparten por su estilizada figura que lo convierten en el más ligero de este encuentro. Abramos su enorme portón: la altura de la boca de carga es de 650 milímetros, solo un poco más elevada que los otros dos. El maletero cubica de 565 a 1.860 litros, y está tan bien tapizado, que uno podría montar aquí un apartamento de Airbnb. Vayamos a los datos técnicos: 2.697 cc de cilindrada, 272 CV de potencia, 250 km/h de punta y solo 5,7 segundos para pasar de 0 a 100 km/h, y tarda 26 en llegar a los 200. Consume 7,9 litros de media a los 100 kilómetros.

VIDEO: Prueba a fondo del BMW Serie 5 Touring

Nuestra unidad de pruebas equipaba extras como el navegador MMI Plus, suspensión neumática, el cuero del interior y las llantas de 19 pulgadas, que son prescindibles: son muy bonitas, pero vuelven la respuesta más seca sobre baches cortos, que se notan hasta en el volante. Las ondulaciones de la carretera, eso sí, no se notan nada en el interior.

Por dentro, los acabados y ergonomía son intachables, solo el volante es, tal vez, algo delgado. El motor 3.0 TDI, en este A6 Avant, solo suena al ralentí un poco como un diésel, pero en cuanto te pones en marcha esa percepción desaparece. Y la sensación es de que es un motor para rodar veloz, antes que para ahorrar. 

La alfombra voladora

Vayamos al Mercedes Clase E con carrocería familiar. Con 4,93 metros de longitud es un poco más corto que el BMW y el Audi, que son exactamente igual de largos. Comparado con el modelo anterior, su carrocería se ve mucho más moderna. También dentro, con sus enormes pantallas y touchpads, combinados con elementos más clásicos. Pero su grandeza la tiene al final: la boca de carga mide 600 milímetros, y cubica de 640 a 1.820 litros, con lo que es el rey en este apartado. Y además, el maletero es aún más refinado que en sus rivales. Con todo, el maletero es algo más pequeño que el del modelo al que sucede.

En el doble suelo de carga hay una caja plegable para la compra, y hasta el interior del portón está tapizado. La cámara de visión trasera está oculta, mientras en los otros dos rivales, queda a la vista. Vayamos a los datos técnicos del Mercedes E 350d Estate 9G-Tronic. 2.987 cc, y una potencia máxima de 258 CV. Llega hasta los 250 km/h, y acelera de 0 a 100 km/h en 6,4 segundos. Los 200 los alcanza en 27,3. Hemos medido un consumo medio de 7,8 litros a los 100, una décima de litro menos que el Audi. Equipaba numerosos extras como el Body Control y el Command Online. Seis cilindros en línea y propulsión trasera no parece la típica configuración de un familiar. Pero quien se pone al volante de este, toca el cielo sobre cuatro ruedas. El coche se desliza con absoluta suavidad. Aunque es el menos potente tiene un gran empuje, y el cambio automático de nueve velocidades inserta siempre la relación que esperas en el modo de conducción que elijas, de ajuste blando del chasis, a ajuste duro. 

La tranquilidad aquí dentro es sencillamente sorprendente. A uno le entran ganas de apagar el móvil y aislarse del mundo. Como mucho, pondría el equipo de sonido y ya. El coche está increíblemente bien aislado, y monta la suspensión neumática opcional. Y es, sencillamente, como ir en una alfombra voladora. Filtra de tal manera los baches, que parece que los hiciera desaparecer. A veces se siente algo pesado (raya las dos toneladas) pero en cualquier caso, es un Mercedes con todas las letras, y con head up display, y un gran maletero, en el que entrarían dos juegos de palos de golf sin problemas, mientras en los otros dos habría que plegar los asientos. Lo dicho: un Mercedes con lo que implica un Mercedes.

En este punto, tenemos que avisarte: el nuevo BMW Serie 5 con carrocería familiar crea adicción cuando lo conduces. Su estética, lo que crea es polémica: unos dicen que es aburrido, otros que es irresistible. Hay que decir que, por características generales, no se diferencia mucho del modelo anterior, aunque los grandes cambios están bajo la chapa. Nuestra unidad de pruebas tiene acabado Sport Line y cambio automático. El cokpit ha rebajado su altura, y la calidad, como en el Audi y el Mercedes, está al máximo nivel. En lo que respecta a conectividad, el BMW se pone un poco por delante. Puedes aparcar a distancia con la llave. 

Vayamos a la zaga. La boca de carga mide 620 milímetros, y con entre 560 y 1.700 litros de capacidad, el nuevo BMW queda claramente por detrás del Mercedes, pero bastante igualado con el Audi. El maletero, eso sí, tiene formas más cuadradas y aprovechables, y dos pequeñas cajas para la bandeja enrollable y la red de separación, que se esconden en el doble suelo de carga. Vayamos a los datos técnicos del BMW 530d Touring Aut. Sportline. 2.993 cc, y una potencia de 265 CV. Alcanza los 250 km/h, y acelera de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos. Para llegar a los 200, requiere 24,9 segundos. El consumo medido es de 6,7 litros de media, así que es el más ahorrador de los tres. Por cierto: con un equipamiento similar, puede decirse que es el más barato de los tres. ¿Quién lo hubiera imaginado? 

El de Múnich es el único de los tres con ESP desconectable. Es claramente el más deportivo, con su precisa y directa dirección, incluido eje trasero direccional. En combinación con su chasis de tarado perfecto, el 530d es se conduce más ágil que sus rivales. Y es que este Serie 5 sigue sorprendiéndome cada vez que lo pruebo: la combinación de su cambio ZF automático de ocho velocidades y su dinámico chasis es excepcional. Las suspensiones son de acero delante, neumáticas detrás, filtra muy bien los baches y marida increíblemente bien el confort y la deportividad. 

Conclusión

Hagamos balance: el Audi, con seis años ya, puede seguir puntuando con su increíble calidad. El Mercedes es increíblemente espacioso y confortable, pero con dos toneladas, para mí, demasiado pesado. Y el BMW me ha sorprendido en todos los aspectos: gran chasis, potentes seis cilindros en línea y, aun así, el menos sediento. Por eso, este coche se gana el título de mejor familiar del mundo. 

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