¿Cómo humillar al propietario de un GT-R? con un 370Z
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Las pruebas de aceleración con salidas lanzadas son la mejor forma de comprobar cuán rápido es tu coche en comparación al de tu rival. En ocasiones podemos tender a subestimar el poder de nuestro adversario y es más que habitual encontrarse con alguna que otra sorpresa no del todo agradable. Y si no me crees, aquí tienes el baño de realidad que recibe el propietario de un Nissan GT-R rojo.
Vale, es lógico pensar que cuando pilotas un GT-R es difícil encontrar un adversario que te pueda vencer en una carrera de aceleración, pero siempre debes asegurarte de que es lo que esconde bajo el capó tu adversario, se el coche que sea. Nuestro protagonista de hoy posee un GT-R de 700 CV que funciona con combustible E85, dos turbos de mayor envergadura y una transmisión Jacks.
Al inicio de la carrera de aceleración, en un efusivo momento de creer tener asegurada la victoria, el conductor de Godzilla se despide de su adversario, inconsciente de lo que está a punto de suceder. Su rival, un Nissan 370Z, cuenta con una configuración biturbo (de serie es atmosférico) que le permite arrojar 670 CV, alimentado por el mismo combustible E85 que el GT-R, a lo que debemos añadir los 275 kilogramos de peso menos que arroja sobre la báscula. Ya puedes imaginar lo que va a pasar.
Nissan GT-R 2007
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