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¿Cómo de buenos son los coches chinos?

Descubrimos cómo se expande el mayor mercado automovilístico del mundo y si los vehículos chinos son competitivos. En este 'Test the Best' hemos conducido los modelos más recientes que se hacen en China.

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¿Cómo de buenos son los coches chinos? El gran 'dragón' sufre graves problemas medio-ambientales. El descontrolado crecimiento del parque automovilístico en los últimos años ha provocado un colapso que, hoy, es una realidad irrebatible: lo demuestran los apocalípticos atascos diarios en las grandes ciudades, con niveles de polución intolerables para la especie humana.

China intenta solucionar lo que todavía es solucionable. Los ciudadanos de las metrópolis con millones de habitantes aún pueden comprar coches nuevos, pero solo si llevan las siglas NEV, esto es, New Energy Vehicle (coche de nuevas energías), que sea capaz de recorrer, como poco, 60 kilómetros solo en modo eléctrico. Quien aspire a un turismo movido con motor de combustión en una gran metrópoli, tendrá que pagar 10.000 euros para entrar en un sorteo de compra de unidades limitadas. Y nadie sabe por cuánto durará esta medida. Los turismos diésel, en general, ya están prohibidos. El futuro de China, definitivamente, pasa por el enchufe

Esto ha provocado, claro, un auge de las estaciones de recarga, una vez más de forma un tanto descontrolado, que provoca que muchos viandantes se tropiecen cada dos por tres con cables de electricidad en mitad de la calle. Para que te hagas una idea: de los 873.000 vehículos calificados como NEV que se han vendido en todo el mundo, 507.000 han acabado en China. Se prevé que este año sean en torno a 700.000. En paralelo, cada vez más ciudades cambian sus autobuses diésel por modelos eléctricos. Muchos políticos se han marcado el objetivo de que sean dos buses eléctricos por cada uno de combustión. En Shanghái, por ejemplo, está previsto que en 2020 todo el transporte público se alimente por la corriente eléctrica. 

VIDEO: Ranking de los mejores coches chinos del momento


Los mensajeros hace tiempo que optan por scooter eléctricos y las bicis con baterías cada vez cobran mayor auge. En los últimos meses, Shanghái se ha inundado de en torno a un millón de este tipo de vehículos de dos ruedas, que en poco tiempo están por todas partes y solo se prevé que aumenten en número en meses venideros. Muchos son de alquiler: funcionan por medio de una app de smartphone, cuestan, al cambio, entre 15 y 22 céntimos por hora. Esto provoca bastante caos entre los peatones. Como no está bien gestionada la red de estaciones de estas bicicletas, se amontonan en medio de las aceras y frente a las puertas de muchas viviendas. Esto está provocando que muchos ciudadanos, cabreados, destrocen estas bicicletas y las quiten de en medio. ¡Los chinos, cuando quieren, tienen mucho genio!

Con todo, los fabricantes de automóviles chinos están viviendo un apogeo sin igual. En solo 10 años, la demanda anual de coches privados ha pasado de seis millones a 25. En 2025 se espera que llegue a los 35 millones. Para soportar esta creciente demanda, más de cien marcas chinas aumentan a marchas forzadas sus capacidades de producción, para desplazar a las tradicionalmente dominantes firas extranjeras. No lo tienen fácil: los chinos siguen apreciando mucho la elevada calidad de las marcas foráneas, tradicionalmente muy superior a la de las locales. Pero a esto se une el hecho de que cada vez más marcas de fuera fabrican sus modelos en China para reducir costes. Muchas veces, a través de 'joint ventures' con socios del país asiático, para aprovechar recursos y sinergias. Los clientes de los segmentos más altos son menos sensibles a los precios. Así se explica que, por ejemplo, Porsche triunfe en este país con toda su producción fuera y los aranceles que suponen las importaciones. 

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También las berlinas más lujosas de Mercedes, BMW y Audi se fabrican en el extranjero y solo se importan. Es más: los adinerados de China, pagan aún más si el modelo se fabrica fuera de sus fronteras, porque es un símbolo de prestigio. Siguen esta regla: "¡Lo que es caro, tiene que ser bueno!"

Pero, desde hace tiempo, el gusto de las clases altas chinas por los fastuosos equipamientos y tecnologías influyen en las propias marcas extranjeras. Muchas de ellas ya producen versiones alargadas de sus berlinas y SUV en China para el mercado chino. ¿Y cómo reaccionan ante esto las marcas locales? Pues no solo fabricando modelos cada vez más competitivos para triunfar en su propio país, sino con capacidad de plantar cara en mercados extranjeros. Han puesto sus esperanzas, especialmente, en el camino hacia la movilidad eléctrica

Y es que aceptan que no van a poder alcanzar la desventaja de cien años que los separa de los fabricantes europeos y americanos. Por eso, aprovechan para potenciar su 'know-how' en modelos eléctricos. Las principales plantas de ordenadores y teléfonos móviles están en China. Y eso tiene mucho que ver con tecnología en baterías.

Pero antes de que los coches chinos eléctricos inunden el mundo, los modelos híbridos con motor de gasolina siguen siendo el grueso de la producción local. Marcas como SAIC, Geely, Chery o BYD preparan, de hecho, su salto a Europa. Si serán capaces de plantar cara con garantías en un mercado tan competitivo como el nuestro es lo que en AUTO BILD, junto a nuestro colegas chinos, hemos querido comprobar en el circuito de pruebas de la marca de neumáticos Maxxis de Kunshan, cerca de Shanghái. 'Test the Best', made in China. Allá vamos...


Borward BX5

El Borward BX5 es un SUV compacto que llegará a Europa con una mecánica híbrida enchufable.
El Borward BX5 es un SUV compacto que llegará a Europa con una mecánica híbrida enchufable.

Un SUV compacto de 4,49 metros de longitud que entrará en breve en el mercado chino y que basa su tecnología en la de su hermano mayor, el Borgward BX7. No está mal, ya que monta la misma tracción integral y el mismo cambio automático de seis velocidades. Su 1,8 litros turbo tiene un rodar silencioso y reacciona bien al acelerador. En cuanto a la dirección (difusa), los frenos (sin punto de presión) y el chasis (un eje trasero demasiado rebotón) queda claro que le falta un buen ajuste. La sensación de calidad del habitáculo, eso sí, es inesperadamente buena. 

- CONCLUSIÓN: Montado para el mercado europeo en la vieja planta de Borgward en Bremen, el BX5 podría sorprendernos. Sin embargo, por el momento apenas es más barato que su hermano mayor, el BX7. Hasta su salida al mercado europeo en 2019, aún tienen que invertir más en una puesta a punto general

Borgward BX7

Borgward BX7

Con 30.000 unidades vendidas en solo tres meses, Borgward (la otrora marca alemana, ahora en manos chinas) ha tenido un inicio tremendo allí. Este SUV de 4,72 metros de largo planta cara al Tiguan L y puntúa con buenos acabados y calidad. Su dos litros de cuatro cilindros rinde, gracias a un compresor, 224 CV, y solo a altas vueltas resulta algo ruidoso. Aparte, hay poco más que criticarle, más allá de su falta de carácter. Los chinos lo han comprado en masa por su buena imagen de marca... Y porque los 10.000 primeros, obtenían una garantía de por vida. 

- CONCLUSIÓN: El Borgward BX7 está sin duda entre los mejores coches chinos. Cuando venga a Europa en 2018, tendrá que tener propulsión eléctrica, aunque esto limitará dramáticamente su círculo de clientes.

Chang’An CS 75

Chang'An CS 75

Gracias a su bajo precio, a partir de 16.538 euros al cambio, es el modelo más exitoso de Chang’an. Y tiene un diseño bastante logrado, que podría cuajar en Europa. Por ese precio, ofrece un cuatro cilindros de 170 CV, cinco plazas y un cambio manual de seis velocidades. Más allá de una respuesta algo perezosa, este SUV de 4,65 metros nos ha convencido por su buena dirección, su aceptable confort y (ver para creer) sus increíbles acabados. Queda margen de mejora en el cambio manual, muy impreciso.

- CONCLUSIÓN: El Chang’an CS 75 convencería en Europa por diseño, calidad percibida y equipamiento. Como rompeprecios, tendría posibilidades de éxito. Pero aún no hay planes confirmados de que vayan a importarlo a nuestro mercado. Veremos…

Chang’An CS 95

Coches chinos: Chang'An CS 95

El imponente CS 95 es el tope de gama de la marca Chang’an. 2,21 toneladas de peso, 4,95 metros de largo y 1,93 de ancho. Cuesta, al cambio, unos 30.000 euros y puede alojar hasta a siete personas. Va equipado con un dos litros de cuatro cilindros y 233 CV que no proporciona mucha diversión. Incluye reductora y selección de diferentes modos de conducción. La dirección es imprecisa y los frenos exigen pisar con fuerza debido a su peso.

- CONCLUSIÓN: Con su imponente aspecto, da la impresión de ser de un segmento superior. Pero para que este coche chino calara en Europa deberían revisar la tecnología y los acabados en su interior. 

BYDTang80

El BYD Tang 80 es muy ruidoso en marcha.
El BYD Tang 80 es muy ruidoso en marcha.


El SUV chino BYD Tang 80 mide 4,82 metros y confía en la tecnología híbrida. Su motor de dos litros y cuatro cilindros sobrealimentado va apoyado con un propulsor eléctrico. Los dos rinden una potencia conjunta de 205 CV. La autonomía anunciada para el modo eléctrico es de 80 kilómetros. Por desgracia, el Tang 80 es de todo menos silencioso. El motor está siempre demasiado presente, las informaciones habladas de los diferentes sistemas se solapan y crean mucho alboroto. Nada más subirte, te recibe un sonido de campanas. Para los 36.500 euros al cambio que cuesta, nos parece que se queda corto. 

- CONCLUSIÓN: Sobre todo en la mecánica, el Tang 80 aún se ve algo escaso para nuestras exigencias y da la sensación de la que la marca solo ha puesto medio corazón en la tecnología híbrida... Y que espera su oportunidad en el paso al motor eléctrico. 

HAVAL H6

El Haval H6 es el SUV más vendido en China.
El Haval H6 es el SUV más vendido en China.


Quien no se fije mucho podría pensar que está viendo un Audi. La gran parrilla cromada del Great Haval H6 recuerda al Q7. Pero con sus 4,65 metros de longitud realmente juega en la liga de los SUV compactos. Y con mucho éxito. Es el SUV más vendido de China. Y eso tiene que ver con su notable confort. El H6 tiene un rodar suave, sorprende con su baja sonoridad y con su interior amplio y orientado al conductor. La dirección, ligera, tiene aun así una respuesta más precisa que la mayoría de la competencia y solo el dos litros de cuatro cilindros y 163 CV tiene un sonido un tanto rudo. Cuesta 17.060 euros al cambio.

- CONCLUSIÓN: Este SUV chino con cara de Audi, después de una cura del motor, podría gustar a los clientes de Europa. Sorprende gratamente...

BYD Qin 70

Estéticamente, el BYD Qin 70 recuerda al Toyota Corolla. Su conducción tampoco es muy actual.
Estéticamente, el BYD Qin 70 recuerda al Toyota Corolla. Su conducción tampoco es muy actual.


Este es uno de esos coches chinos que se pueden calificar, definitivamente, como raros. Es una berlina compacta híbrida enchufable, en la que BYD ('Build Your Dreams') aloja un 1,5 litros de cuatro cilindros turboalimentado con motor eléctrico integrado. Los dos rinden en total 154 CV, que van al eje delantero.

La autonomía prometida, solo en modo eléctrico, es de 70 kilómetros. La realidad: los sistemas no se entienden entre sí. Ni rastro de armonía. El motor de combustión atrona cuando pisas a fondo, pero la respuesta es perezosa. La inclinación de la carrocería en curvas se convierte en una aventura de riesgo, el interior padece de superpoblación de botones, que habitan sobre una superficie de plásticos baratos. Solo en el volante hay 20. El aspecto es como el de una videoconsola y los acabados parecen de un modelo de preserie.

- CONCLUSIÓN: Sobre el papel, el BYD Qin 70 (27.427 euros al cambio) es interesante. Pero en carretera, decepciona por todos lados.

Roewe RX5

El Roewe RX5 tiene un estilo muy moderno, que recuerda en algunos elementos como la pantalla central a Tesla. Eso sí, está muy poco afinado.
El Roewe RX5 tiene un estilo muy moderno, que recuerda en algunos elementos como la pantalla central a Tesla. Eso sí, está muy poco afinado.

Lo primero que llama la atención en el RX5 es su enorme pantalla TFT, al estilo de Tesla. Su cuero artificial en rojo le da el encanto de un coche americano. Con 4,56 metros de largo, mide 10 más que un Tiguan y ofrece buen espacio para cinco personas. Este Roewe RX5 de 220 CV tiene un chasis demasiado duro y rebota nervioso aquí y allá sobre firme irregular. El turbocompresor del dos litros de cuatro cilindros entra demasiado tarde y al mismo tiempo demasiado fuerte: a 4.000 vueltas es tan ruidoso, que parece que llevas el motor de un camión.

- CONCLUSIÓN: En China, este Roewe cuesta 22.016 euros al cambio. En su actual estado de desarrollo, no sería vendible en Europa

Dos alemanes 'made in China': VW Teramont y BMW 118i

Sí, existe otra opción: coches europeos fabricados para el mercado chino, en la propia China. Se venden allí, porque entre nosotros no encajarían. Y es que el BMW 118i de tres volúmenes y el Volkswagen Teramont han sido concebidos pensando en los gustos chinos

El Teramont mide 5,04 metros de largo y es el SUV más grande de Volkswagen en China. Se fabrica en Shanghái, cuesta 63.767 euros al cambio y aloja a siete ocupantes. Bajo el capó lleva un V6 turbo de 299 CV acoplado a un cambio DSG de siete velocidades. El ajuste de su chasis es suave, por eso en curvas rápidas, sus 1,77 de altura se inclinan perceptiblemente. Con todo, gracias a su tracción integral y a su buena construcción, este coloso se conduce sin problemas.

Coches chinos: VW Teramont


Lo mismo se puede decir de este BMW con tercer volumen. El 118i se fabrica en la planta Tiexi de Shenyang, que gestiona BMW Group junto con el fabricante local Brilliance Automotive. El pequeño tracción delantera cuesta 29.973 euros al cambio, y es el modelo más barato que BMW ofrece en China. Este Serie 1 se basa, como el X1 y el X2 Active Tourer, en la plataforma del Mini y está movido por un 1,5 litros turbo de tres cilindros. Los 136 CV le dan para buenas aceleraciones y, en general, buenas prestaciones. Ni más, ni menos. 

El BMW 118i es un pequeño BMW de tres volúmenes que no tendría cabida en el mercado europeo.
El BMW 118i es un pequeño BMW de tres volúmenes que no tendría cabida en el mercado europeo.

Conclusión: nadie debería subestimar a los coches chinos

Desde hace cuatro años, AUTO BILD prueba modelos orientales en el marco del 'Test the Best China'. Nuestro veredicto de entonces era que técnica y tecnológicamente estaban a años luz de nuestros coches. Pero esta distancia se va reduciendo. La mayoría de los modelos que hemos probado ahora nos han sorprendido con diseños modernos, buenos acabados y tecnología actual. Muchos productos chinos, sin embargo, siguen adoleciendo de ajustes poco cuidados del chasis, dirección y componentes de la mecánica. Se nota que les falta experiencia. Pero eso podría cambiar rápidamente. 

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